Novak Djokovic vence a Carlos Alcaraz y gana la medalla de oro en los Juegos Olímpicos
El tenista serbio consiguió su primera presea dorada en unas justas.
¡Llegó el éxito que le faltaba! Este domingo 4 de agosto, Novak Djokovic se alzó con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos 2024, luego de vencer en la gran final del tenis masculino al español Carlos Alcaraz. El tenista serbio, considerado por muchos como el mejor de la historia, consiguió la única distinción que le hacía falta en su exitosa carrera.
El encuentro disputado en el Estadio Philippe-Chatrier se definió en favor del balcánico con un doble 7-6 en 2 horas 52 minutos, revalidando así su título como mejor tenista del planeta. ‘Nole’, como se lo apoda, sigue ampliando su leyenda.
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A pesar de ser el tenista que más Grand Slams ganó en toda la historia, con un total de 24 trofeos, Djokovic tenía una deuda pendiente en las justas olímpicas. El deportista europeo venía de disputar cuatro ediciones ininterrumpidas y apenas había logrado la medalla de bronce en Beijing 2008; ahora, en París 2024, la quinta terminó siendo la vencida.
El podio olímpico lo complementaron Carlos Alcaraz, que en su primera participación en unos Juegos fue medalla plata, y el italiano Lorenzo Musetti fue bronce, luego de vencer al canadiense Felix Auger Aliassime con parciales 6-4, 1-6 y 6-3.
Final sumamente apretada
Fue tal el nivel de tenis durante muchos momentos que uno y otro encontraban respuesta para cada contratiempo. Y los hubo. Momentos de rotura en el primer set que pudieron desequilibrar pronto a favor del serbio y a los que respondía Alcaraz con seguridad. También tuvo los suyos, como en el quinto juego, el tenista de El Palmar. Nadie con más experiencia que el ganador de veinticuatro Grand Slam que encontró en el saque, el primero, un gran aliado.
Aún más claro fue el noveno, en el que Alcaraz tuvo cinco puntos de rotura. Fue el parcial más largo. Mantuvo el tipo plagado de argumentos el serbio, que aguantó el tirón y el servicio para seguir con ventaja (5-4). Fue un momento clave del partido, por lo menos del set. Se rehizo Djokovic y el juego siguió. Cada uno aferrado a su servicio.
En un duelo de semejante nivel los detalles valen doble. Así fue para definir la primera manga con el pulso llevado al extremo. El ‘tie break’ decidió. Y ahí fue mejor el jugador de Belgrado, que aprovechó, con un resto preciso, impecable, y alargó la ventaja. Y no perdonó. Se llevó el set, se puso por delante después de una hora y 36 minutos de juego. Solo un parcial.
La ventaja no distrajo a Djokovic, un mago en la concentración que impone la mente ante cualquier situación. Más frecuentes son las desconexiones en Alcaraz, que casi siempre se lo puede permitir. La pérdida de la manga le hizo daño y le afectó. Aun así no perdió la cara y sacó los juegos.
El cuerpo a cuerpo permanente no cesó. Cada uno amarró su saque, con menos ocasiones de rotura que en el primer set, y volvió a decidir el desempate. Es experto en eso el serbio, que, igual que en el anterior, fue mejor.Definió su vigésima victoria olímpica, más que nadie, los puntos clave, sobrevivió a los instantes de inquietud y sentenció en el momento preciso. Volvió su mejor versión para darle el éxito ansiado, cerrar su obsesión y privar a Alcaraz, errático en los ‘tie break’, de la carrera del oro. El serbio cerró el círculo.