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Diez niños pierden “una o dos piernas” en promedio cada día en Gaza, denuncia la ONU

Aunque las cifras son difíciles de recopilar y verificar, al menos hay 17.000 niños no acompañados y aproximadamente 4.000 niños probablemente desaparecidos bajo los escombros.

EFE/ Mohammed Saber / MOHAMMED SABER

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Diez niños pierden una o ambas piernas en la Franja de Gaza en promedio todos los días, afirmó el martes el jefe de la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini.

“En general tenemos todos los días un promedio de 10 niños que pierden una o dos piernas”, declaró el responsable durante una conferencia de prensa en Ginebra, añadiendo que esta cifra no incluía a los niños que pierden un brazo o una mano. Indicó que se basa en cifras de la agencia para la infancia de la ONU (Unicef).

“Diez por día, eso significa alrededor de 2.000 niños después de más de 260 días de esta guerra brutal”, destacó Lazzarini.

“También sabemos que la mayoría de las amputaciones se llevan a cabo en condiciones horribles y, a veces, sin ningún tipo de anestesia. Eso también se aplica a los niños”, subrayó.

La Franja de Gaza está sometida a bombardeos incesantes y operaciones terrestres del ejército israelí en represalia por el ataque sin precedentes llevado a cabo por el movimiento islamista Hamás en territorio israelí el 7 de octubre, desde Gaza.

Lazzarini también mencionó un informe publicado el lunes por la ONG Save the Children que estima que desde el inicio de la guerra “hasta 21.000 niños están desaparecidos” en la Franja de Gaza, ya sea porque están sepultados bajo los escombros, prisioneros, enterrados en tumbas anónimas o bien perdieron el contacto con su familia y seres queridos.

Lazzarini advirtió por otro lado que la UNRWA dispone del dinero necesario para sus operaciones apenas “hasta finales de agosto”.

La agencia de la ONU, que desempeña un papel crucial en la ayuda a la población de la Franja de Gaza, sufrió un recorte significativo en sus financiamientos después de que Israel acusó a algunos de sus 13.000 empleados en el territorio de haber participado en el ataque del Hamás sobre el territorio israelí el 7 de octubre.