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Protestas estudiantiles: retos y desafíos para la universidad

Panelistas analizaron el panorama en Colombia y EE. UU., el alcance de la protesta, el rol de los estudiantes y el papel de la universidad en las grandes discusiones.

Protestas estudiantiles: retos y desafíos para la universidad

En Hora20 una mirada a la universidad y a su rol en la sociedad, la universidad como espacio de discusión y de pensamiento crítico. El análisis el futuro de la universidad y si podemos hablar del fin de la academia tal como la conocemos hoy. Un tema que llega a propósito de dos momentos que vivimos. A nivel local por las protestas y la crisis en la elección de rector de la Universidad Nacional y a nivel internacional por el momento de protestas y de movimientos estudiantiles en universidades de Estados Unidos que rechazan la guerra en Gaza.

Lo que dicen los panelistas

Para Claudia Restrepo, rectora de la Universidad EAFIT, el escenario indica retos y desafíos, “soy defensora de la misión de la universidad como comunidad, el que quiere aprender y enseñar”, también dijo que es un espacio para el encuentro en el que siempre hay tensión y cuando el mundo pasa por desafíos y hay preguntas e ideologías, “la universidad es donde se debe parar encima y tener la conversación y respetar la libertad de expresión”. Señaló que le preocupa que el problema pueda estar en el concepto de la universidad, cuando asegura, es justamente el espacio para que se den las conversaciones difíciles.

Sobre las protestas, dijo que parte del ejercicio de inteligencia es que no se puede callar a los estudiantes para que participen, “pero no podemos asustarnos cuando esto ocurre. Hay que actuar y ver cómo generar la conversación con inteligencia en relación entre libertad de expresión y el derecho a la educación”.

Camilo Bonilla, director de Posgrados de la Escuela de Ciencias Humanas y de los programas de Licenciatura en la Universidad del Rosario, planteó que no se puede dejar de lado que la universidad en sí misma es fuente de creación, crítica y búsqueda de nuevas respuestas y que en esa medida es imposible que no se generen tensiones, conflictos y debates, “si se busca formar para la sociedad y no queremos situaciones como las de Europa, EE. UU. y Colombia, es ingenuo. Tenemos que aprender a manejarlas, pero es imposible evitarlo”.

Resaltó que la universidad no puede ser un actor más en la polarización, sino que se debe inspirar un debate en sociedad, “no podemos replicar las dinámicas que hay en la calle y hay que ir más allá”. También dijo que el debate político influye en lo que pasa en las universidades, “mucha de las cosas que pasan allá y lo que sucedió en Columbia, es entrar en debate partidista y defender a toda costa una idea de actuación”.

Para Edna Bonilla, exsecretaria de Educación de Bogotá y profesora en la Universidad Nacional, el momento invita a que las universidades pensemos y propongamos alternativas y nuevas formas de ver el mundo, “es pensar la universidad de acuerdo con lo que los jóvenes y la sociedad necesita. Es momento que en el país repensemos la ley de educación superior, pero también para que las universidades estemos a la altura de los desafíos”.

Manifestó que las universidades no podemos no proponerle al país alternativas, “lo que pasa en la Nacional debe ser un llamado la agilizar lo que es la nueva reforma a la educación superior”.

Francisco Cajiao, licenciado en Filosofía y magíster en Economía, exrector de la Universidad Pedagógica y columnista en El Tiempo, explicó que la universidad siempre ha cumplido un rol contradictorio, “por un lado, es el depósito del pasado y en ese sentido, es depósito del saber y el centro donde se transmite la cultura y es el acopio de lo que la humanidad ha generado, pero al tiempo es la ventana al futuro”. En ese sentido, dijo que hay discusión entre dos corrientes, una de conservación y la universidad es un centro conservador y, por otro lado, es innovador, “es difícil pensar que esas dos funciones desaparezcan”.

Comentó que lo que vivimos hoy en cuanto a movilización de los estudiantes es lo mismo a los escenarios que se vivieron en la década de los 70 en Colombia y los 60 en el mundo, “cuando grandes revoluciones se dieron en los campus universitarios, pero no en las universidades”. Por último, dijo que lo que se estudia Colombia es la autonomía universitaria y de los poderes, “la de las minorías absolutas con la violencia controlan estudiantes que quedan en el silencio y el poder del Estado que sea conservador o de izquierda, pretende tomarse ideológicamente la universidad”.