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Cambio climático, transición energética y medioambiente en el 2024

Cuatro expertos en el sector analizaron lo que viene el próximo año en materia ambiental, los compromisos internacionales y el fenómeno de El Niño.

Cambio climático, transición energética y medioambiente en el 2024

Continuamos con las noches de especiales de fin de año en Hora20 mirando al 2024. El turno ahora es para el medioambiente, cambio climático y la agenda de transición energética el próximo año. Se habló de la era de ebullición, del fenómeno de El Niño, de la variación climática y de las decisiones que se deberán adoptar. También una mirada a la ruta de la transición energética que presentará el gobierno nacional, los pasos hacia la descarbonización y la eliminación de los combustibles fósiles.

La transformación verde como motor de transformación de la economía global y la nueva energía geográfica a través de las energías limpias son el foco de atención de los medios internacionales sobre lo que ocurrirá en el 2024 en términos de transición energética, una realidad que se suma a los recientes acuerdos en términos de combustibles fósiles firmado en la COP28, pues por primera vez se llega a un acuerdo para transitar hacia el fin de los combustibles fósiles: carbón, petróleo y gas de manera justa, ordenada y equitativa; un plan que cada país deberá concretar en máximo dos años. Con lo cual, el 2024 se convertiría en un año clave para consolidar la agenda verde, de energías limpias y de una transición energética responsable, encaminada a combatir los efectos del cambio climático.

Cambio que se sentirá también con mucha más fuerza este año que inicia, pues ya instituciones como la Nasa y la Oficina Meteorológica de Gran Bretaña estiman que, en 2024, podría cumplirse el aumento de 1,5 grados de temperatura, lo cual lo ubicaría como uno de los años más calurosos de la historia, superando así al 2023, que, por cierto, ha logrado niveles récord de temperatura, ubicándose 1,4 grados por encima de las temperaturas de la época preindustrial. Esta condición climática estaría reforzada por los efectos que traiga el fenómeno de El Niño, el cual se estima, se extendería hasta abril del 2024 y afectaría zonas como Colombia, trayendo consigo el fantasma del racionamiento energético y de agua, así como las preocupaciones por el agro y la salud de la población.

Lo que dicen los panelistas

Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible, planteó que el cambio climático se sentirá con mayor intensidad y que en esa medida es importante la restauración de ecosistemas, pues dice que ante hay degradación de algunas zonas a las que se les debe devolver la estructura y composición que se ha perdido ante el tipo de uso de suelo, “hay que recuperar donde agua, suelo y vegetación se ha cambiado y proveer condiciones naturales, así como de resiliencia para volver a la condición original y como enriquecerlo con especies que sean de estas áreas o ayuden a otros”, en ese sentido, agrega que el proceso de recuperación es el más importante de desarrollar.

Para Ricardo Lozano, exministro de Ambiente, exdirector del Ideam, experto en cambio climático y gestión del riesgo, los eventos climáticos son más intensos y con más frecuencias, “es una manifestación de cambio climático, teníamos unas condiciones de temperatura y rompe el equilibrio, esa manifestación de la naturaleza se da con intensidad y más fuerza”. Además, resalta que la incertidumbre cada año es creciente ante la necesidad de prepararnos para no tener que salir corriendo.

Resaltó que cuando hablamos del planeta, el reto más importante es bajar las emisiones de CO2, “ahí todos estamos perdiendo la batalla y los eventos climáticos se van a seguir manifestando, desde la pandemia se ha disparado el uso de carbón y combustibles fósiles”, en ese sentido, dijo que cuando se baja la escala de los impactos de cambio climático, se ven más claras las responsabilidades, “si miramos la escala local, en Colombia hay un gran trabajo de las comunidades para enfrentarlo; ningún país viene haciendo tanto”.

Marcela Fernández, fundadora de la ONG Cumbres Blancas, única colombiana incluida en la lista de las 100 mujeres más influyentes del mundo de la BBC en 2023, planteó que al inicio del próximo año debe haber conexión y de observación de cómo se acercan las personas a la naturaleza, “en la medida que nos sintamos parte de ella y las decisiones que se tomen y como nos ayudan a eso”. Resaltó que es difícil ser optimista ante los escenarios apocalípticos que tienen hoy los glaciares en el país, “hay 33 kilómetros cuadrados en nieves perpetuas en el país que están en extinción, desaparecen y se derriten; ahí desde que conocimos la realidad hemos querido proteger y conservar y visibilizar la realidad, pero como colombianos no sabemos que hay glaciares y páramos”. Resaltó que es importante que los ciudadanos sientan los llamados, se hagan parte del patrimonio y contribuyan con la restauración.

Sobre la realización de la COP16 el próximo año en el país, dijo que es un regalo y una oportunidad para apreciar la biodiversidad, fauna y flora que hay en el país, así como las distintas especies de frailejones que tenemos, “es un espacio para sentirnos orgullosos y responsables de proteger y cuidar la biodiversidad, así como escuchar la voz de los expertos”.

Cristian Samper, biólogo, científico, director general de Bezos Earth Fund, comentó que ante las riquezas que tiene el país se deben hacer tres cosas: proteger, restaurar y transformar cómo vivimos, así como reducir los impactos en calidad de vida de la gente. Agregó que en lo ambiental ya se ven cambios, en cultivos, en la salud, “porque sin duda cuando utilizamos cultivos, antibióticos y técnicas, generamos problemas que no siempre entendemos; es momento de replantear esto y nuestra relación con la naturaleza; son dos caras de la misma moneda en la que toca trabajar de forma conjunta”.

También comentó que es para alegrarse la realización de la COP16 en Colombia, pues es considerada como la reunión global más importante en términos de biodiversidad, “Montreal fue la última ciudad en la que se llegó a un marco global de biodiversidad, una agenda clave para el mundo; esto va realmente a voltear la mirada hacia el país, que tiene una institucionalidad bien posicionada en términos de corporaciones o investigaciones”.