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El curioso artefacto para lavar ropa en el que se inspiraron para crear la cafetera italiana

Conozca la historia de inspiración que tuvo un joven italiano para crear una de las cafeteras más famosas y tradicionales en Italia

Cafetera italiana sacando humo en el fregadero de la cocina (Getty Images) / Stefania Pelfini, La Waziya Phot

Una de las cafeteras más famosas y curiosas de Italia es la Moka Express o también conocida como la cafetera italiana. Este artefacto, que ha llegado hasta a los museos de arte por su apariencia, tiene una particular historia que se remonta a los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial.

Inspirado en un curioso aparato para lavar ropa, el inventor de la cafetera consiguió convertir su particular ingenio en toda una reliquia italiana. A continuación le contamos de qué artefacto se trata y cómo consiguió la fama internacional.

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Origen de la cafetera italiana

Todo comenzó en 1918, cuando un joven llamado Alfonso Bialetti regresaba a su país natal, luego de haber migrado a Francia para trabajar como fundidor en una empresa de aluminio. Para esa época, en la aldea donde vivía este italiano, se lavaba la ropa de una manera particular que le llamó mucho la atención.

En este oficio, las mujeres italianas utilizaban la “lisciveuse”. Según la página oficial de la cafetera, esta era una especie de olla muy grande con un tubo central de acero en el que se colocaba la ropa, junto con agua y jabón. Esta ‘olla’, que era lo más parecido a una lavadora, se ponía sobre el fuego y cuando el agua comenzaba a hervir, se subía por el tubo y distribuía el jabón de manera uniforme.

De este método para lavar ropa fue que se inspiró para construir la cafetera italiana. Sobre el uso del aluminio, existen varias razones que argumentan la elección de este material para construir su invento. Según la página oficial de las cafeteras Moka, la decisión se dio porque Bialetti creía que el aluminio era un material ligero y resistente, como la cafeína.

Sin embargo, otros medios italianos sugieren que la razón fue porque no había acceso a otro material. El periódico Il Sole 24 Ore resalta que para ese momento el dictador Benito Mussolini había embargado las importaciones de acero inoxidable en favor del ‘metal nacional’, que era el aluminio.

De la cafetera casera al éxito del Moka Express

Esta curiosa cafetera fue llevada a los mercados locales y tuvo un buen recibimiento. De acuerdo con el reportero de The New York Times, Guillermo Grimes, quien realizó un perfil sobre este artefacto, resalta que se vendieron alrededor de 10.000 al año, en el periodo previo a la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, el hijo de Alfonso Bialetti, Renato, quiso llevar este invento a otro nivel. Después de regresar de un campo de prisioneros de guerra alemán en 1946, desempacó las maquinarias de su padre que tuvieron que parar por la guerra, reanudó la producción y le hizo publicidad nacional.

Utilizó vallas publicitarias, periódicos, revistas, radio y hasta la televisión para hacer conocer su producto y lo consiguió. Según explicó Grimes en su artículo, la fábrica de Bialetti recibía 1.000 pedidos diarios y así creció por los siguientes 60 años, hasta convertirse en un éxito mundial.

Conozca más información sobre esta particular cafetera aquí.