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¿Cómo se llaman los 7 arcángeles de Dios y cómo invocarlos?

Conozca aquí cuáles son estos seres celestiales, cómo puede encomendarse a ellos en su rutina diaria y cuál es el rol de cada uno.

Estatua de un arcángel y de fondo una ilustración de otros ángeles (Fotos vía Getty Images)

Estos seres divinos de la espiritualidad se han encargado de proporcionarle protección y una guía a la humanidad; pues hacen parte de varias religiones alrededor del mundo y cumplen una función especial en cada una de ellas. En el caso del cristianismo, son considerados mensajeros de Dios y, sus múltiples manifestaciones hacia las personas son estudiadas desde la angelología. Asimismo, estos intermediarios entre lo celestial y los seres humanos ocupan un rol muy importante en la tradición religiosa, por lo que aquí le contamos sobre cada uno de ellos y la manera de invocarlos:

¿Cuáles son los 7 arcángeles de Dios?

Aunque existen múltiples ángeles, estos son diferentes a los arcángeles, ya que estos presentan un grado mayor en la jerarquía espiritual. A continuación, le contamos cómo son denominados y su función dentro de la espiritualidad:

  1. Arcángel Miguel: este ser de luz se encarga de la protección y la fuerza.
  2. Arcángel Gabriel: se encarga de fortalecer la creatividad y la comunicación.
  3. Arcángel Uriel: su función es la prosperidad y la abundancia, así como el crecimiento personal.
  4. Arcángel Chamuel: este ser celestial representa los vínculos puros y el amor.
  5. Arcángel Rafael: se encarga de la buena salud, la guía y la sanación.
  6. Arcángel Jofiel: es el encargado de preservar la sabiduría y la inteligencia.
  7. Arcángel Zadkiel: este ser de luz representa la diplomacia, el perdón y la libertad.

¿Cómo invocarlos?

Estos seres celestiales pueden tener diversos roles de protección y guía en la humanidad e, incluso, pueden ayudar a sanar heridas emocionales y mejorar otros aspectos de la vida. Teniendo eso en cuenta, y sabiendo que cada ser tiene un rol distinto, le contamos cómo puede hacer un ritual religioso general para encomendarse a ellos, y es que la forma más sencilla de conectarse e invocar a los arcángeles es a través de la oración. ACI Prensa, uno de los portales religiosos más importantes a nivel global, cita esta oración para encomendarse a ellos, que hace parte de la Novena a los Santos Arcángeles:

“San Miguel Arcángel, tú eres el Príncipe de las milicias celestiales, el vencedor del dragón infernal, has recibido de Dios la fuerza y el poder para aniquilar por medio de la humildad el orgullo de los poderes de las tinieblas. Te imploramos, suscita en nosotros la auténtica humildad del corazón, la fidelidad inquebrantable, para cumplir siempre la voluntad de Dios, la fortaleza en el sufrimiento y las necesidades, ayúdanos a subsistir delante del tribunal de Dios.

San Gabriel Arcángel, tú eres el ángel de la Encarnación, el mensajero fiel de Dios, abre nuestros oídos para captar los más pequeños signos y llamamientos del corazón amante de nuestro Señor; Permanece siempre delante de nuestros ojos, te imploramos, para que comprendamos correctamente la Palabra de Dios y la sigamos y obedezcamos y para cumplir aquello que Dios quiere de nosotros. Haznos vigilantes en la espera del Señor para que no nos encuentre dormidos cuando llegue.

San Rafael Arcángel, tú eres el mensajero del amor de Dios. Te imploramos, hiere nuestro corazón con un amor ardiente por Dios y no dejes que ésta herida se cierre jamás para que permanezcamos sobre el camino del amor en la vida diaria y venzamos todos los obstáculos por la fuerza de este amor.

Ayudadnos, hermanos grandes y santos, servidores como nosotros delante de Dios. Protegednos contra nosotros mismos, contra nuestra cobardía y tibieza, contra nuestro egoísmo y nuestra avaricia, contra nuestra envidia y desconfianza, contra nuestra suficiencia y comodidad, contra nuestro deseo de ser apreciados. Desligadnos de los lazos del pecado y de toda atadura al mundo.

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Desatad la venda que nosotros mismos hemos anudado sobre nuestros ojos, para dispensarnos de ver la miseria que nos rodea, y poder mirar nuestro propio yo sin incomodarnos y con conmiseración.

Clavad en nuestro corazón el aguijón de la santa inquietud de Dios, para que no cesemos jamás de buscarlo con pasión, contrición y amor.

Buscad en nosotros la Sangre de Nuestro Señor que se derramó por nosotros. Buscad en nosotros las lágrimas de vuestra Reina vertidas por nuestra causa. Buscad en nosotros la imagen de Dios destrozada, desteñida, deteriorada, imagen a la cual Dios quiso crearnos por amor.

Ayudadnos a reconocer a Dios, a adorarlo, amarlo y servirlo. Ayudadnos en la lucha contra los poderes de las tinieblas que nos rodean y nos oprimen solapadamente. Ayudadnos para que ninguno de nosotros se pierda, y para que un día, gozosos, podamos reunirnos en la felicidad eterna. Amén.”

A su vez, se recomienda meditar en la presencia de los arcángeles y hacer su petición al ser celestial específico dependiendo de su necesidad con una vela espiritual, que nunca se debe soplar al apagar y que su color dependerá de cada arcángel:

  • Arcángel Miguel: vela color azul.
  • Arcángel Gabriel: vela color blanco
  • Arcángel Uriel: vela color amarillo.
  • Arcángel Chamuel: vela color rosa.
  • Arcángel Rafael: vela color verde.
  • Arcángel Jofiel: vela color naranja o dorada.
  • ArcángelZadkiel: vela color violeta.