Santo y oración del día: el 4 de enero se conmemora a Santa Ángela de Foligno

Santa Ángela de Foligno es una de las mujeres beatificadas y canonizadas más representativas de la iglesia en la época de la Edad Media. A diferencia de diversos santos, Ángela poseía grandes riquezas, castillos y muchos lujos que, para las personas del común, era algo que casi imposible, sin embargo, las historias cuentan que ninguna de sus adquisiciones o bienes más preciados la hacía feliz completamente. Cabe recordar que la mujer tuvo varios hijos y esposo.

Cuando la mujer cumplió la edad de 35 años, pasó por una situación bastante difícil, puesto que perdió a sus padres y casi que al mismo tiempo murieron también sus hijos y su esposo. Tras su dolorosa pérdida, se refugió en Dios para poder sobrellevar su dolor y comenzó a ir muy seguido a la iglesia. Tiempo después de haberse convertido en una fiel creyente, cayó en cuenta de su error, al haber sido una mujer ta vanidosa, poco comprensiva de los demás y una persona desagradecida, decide consagrar su vida completamente al señor.

En un inicio se confesó con un sacerdote y se convirtió en franciscana, luego peregrinó hasta la región de Asis y San Francisco, en una de sus muchas visiones, le pide a Santa Ángela de Foligno vender todos sus bienes y riquezas para darle ese dinero a los más necesitados y así llevar una vida en torno a pensar en la muerte de Jesucristo. Al comienzo vendió todo menos uno de sus castillos más preciados, pero en una epifanía que ella tuvo, aseguró escuchar a Jesús decirle “¿Por amor a tu redentor no serás capaz de sacrificar también tu palacio preferido?”.

A partir de ese momento entregó su vida a venerar a Cristo y a amar completamente el acto del hijo de Dios de entregar su vida por la salvación y perdón de los pecados de toda la humanidad. La reflexión que muchos creyentes hacen alrededor de esta santa es, que las personas se despojen de sus ataduras materiales, que las alejan de la verdadera felicidad.

Oración a Santa Ángela de Foligno

Amada Santa Ángela, te pido que intercedas por mí que soy un humilde pecador, y que lleves mi petición delante de Dios; para que pueda ayudarme a vivir una vida recta y agradable delante de sus ojos.

Santa Ángela bendita, que en mi corazón pueda sentir arrepentimiento en caso de que haya hecho lo malo, y que la vergüenza haga que pueda apartarme del mal camino.

Hago confesión de mis pecados, y reconozco que sin la ayuda de Dios no puedo continuar. Por esto te ruego; oh Santa Ángela, que me concedas vivir con la misma humildad y sencillez que viviste tú para reconocer que sin Dios no soy nada.

Ayúdame Santa Ángela, a estudiar las verdades de la Pasión y la vida de Jesucristo; para poder ser un cristiano intachable, y así proclamar las verdades del Evangelio en todo momento.

Concédeme oh Santa Ángela, la capacidad de imitar a Jesús en todo, y que mi vida pueda ser un reflejo de las verdades de la fe; y así poder llegar a la santidad.