Salario mínimo: Estas son las posibles consecuencias en la economía y su bolsillo
El decano de la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia, Juan Pablo Herrera, explicó en Caracol Radio el impacto que tendrá el ajuste en la economía nacional y en la calidad de vida de los colombianos
Desde el Comando Aéreo de Transporte Militar (CATAM), el presidente Gustavo Petro anunció en la tarde del jueves 15 de diciembre que el incremento del salario mínimo en Colombia será del 16 % para 2023.
Este anuncio se presentó luego de dos intensas semanas en las que se sostuvieron prolongadas discusiones entre las centrales obreras, agremiaciones de empresarios y Gobierno nacional; sin embargo, el día en el que se vencía el plazo para llegar a un acuerdo, las partes lograron la anhelada concertación que fue calificada como “histórica” por la ministra del Trabajo.
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“El salario mínimo será y crecerá un 16 %, ubicándose en 1′160.00. Y el subsidio de transporte crecerá en 20 %, ubicándose en $140.000. Para un total de $1′300.00. Espero que este aumento del salario mínimo recupere el poder de compra que se ha perdido en los últimos meses en virtud de la inflación y recupere el incremento de la productividad promedio de la economía”, indicó el primer mandatario.
Impacto en la economía
Caracol Radio consultó con el decano de la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia, Juan Pablo Herrera, quien explicó el impacto que tendrá este ajuste salarial en el bolsillo de los colombianos; sus posibles consecuencias sobre la inflación y la generación de empleo; y los grandes “ganadores y perdedores” de esta concertación.
El economista y magíster en Ciencias Económicas con énfasis en Teoría y Política Económica de la Universidad Nacional de Colombia dijo que desde la Facultad “ven con gran preocupación este incremento”, debido a que a pesar de reconocer el impacto positivo que tendría en poco más de 6 millones de colombianos, quienes son los que reciben entre uno y dos salarios mínimos, sería mayores las consecuencias en varios ámbitos económicos, desde la formalización y generación de empleo hasta el costo de los alimentos.
“Si duda el ajuste del salario mínimo afecta positivamente a este subconjunto de la población: sin embrago, tal como lo ha advertido un trabajo recientemente publicado el Banco de la República se podrían presentar posibles efectos negativos para el sistema económico en escenarios en los cuales el ajuste del salario mínimo resulta estar por encima de la inflación”, alertó.
Incremento en la informalidad
En ese sentido, advirtió que el sector informal, es decir cerca del 58 % de los 22 millones de personas ocupadas en el país, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), podría estar creciendo producto de este aumento.
“La razón fundamental es que un ajuste del salario mínimo de 1 % por encima de la inflación no solo generaría un desincentivo para la generación de nuevos puestos de trabajo, sino a su vez la destrucción de los empleos existentes en la economía”, señaló Herrera como una de las posibles consecuencias que había advertido en Banco de la República en su estudio.
En ese sentido, explicó que según este análisis, en el que participaron más de 20 exertos, se estima que con este ajuste de tan solo un punto por encima de la inflación, se podría producir la desaparición de cerca de 246,000 puestos de trabajo y podría estar teniendo un impacto directo sobre el sector informal y sobre la reducción de ingresos para las personas menos favorecidas.
Cargas adicionales
“Es importante reconocer que el salario mínimo está indexando muchas variables, entre ellas los pagos de seguridad social. Eso significaría que este incremento impone unas cargas adicionales sobre el pago de parafiscales de las personas que están cotizando. Y una presión en materia de déficit fiscal, en la medida que el régimen contributivo de prima media está indexado en salarios mínimos”, señaló Herrera.
Jalón a la Inflación
Uno de los factores que más preocupan a los expertos, según señaló el decano, es las consecuencias que tendría este reajuste sobre la inflación, es decir el incremento en los costos en comparación con el año anterior y consecuencia de esto la pérdida en el nivel adquisitivo. Señalando que el Banco de la República estima que para 2023 la meta de la inflación ronda el 7 %.
“Este 1,47 % de ajuste por encima de la corrección de inflación y por encima de la productividad generará una presión inflacionaria que generaría unas acciones muchos más contundentes del Banco Central para poder controlar la inflación a través de la tasa de interés. Lo que nos espera a los colombianos es un alza en esta tasa de intervención de generarse un mecanismo de presión inflacionaria”, señaló Herrera.
En ese sentido, explicó que esto tendría un impacto sobre el precio de alimentos, servicios y trámites que se encuentran indexados al salario mínimo. Declaraciones que se encontraría en contravía a lo explicado por el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), Francisco Maltés, quien le explicó a Caracol Radio que en la mesa se había “blindado” la posibilidad que este incremento jalonara la inflación.
Desindexación
Herrera explicó que la desindexación de productos, bienes y servicios al salario mínimo. tal como los establece un decreto emitido por el Gobierno nacional un día después que se conociera el nuevo aumento, era una medida que se debía celebrar porque buscaba mitigar las consecuencias del reajuste en la inflación y con esta en el aumento de productos y servicios.
Sin embargo, aclaró que este proceso que puede llegar a tardar varios meses, contrario al aumento del salario mínimo que empieza a regir a partir de enero de 2023. “Vaticinaría que es muy complejo pensar que el instrumento de desindexación mitigue por completo las preocupaciones derivadas del ajuste del salario mínimo”.
Porqué fue tan “alto” el incremento
El economista señaló que el ajuste del salario mínimo corresponde a una medida que busca mitigar la inflación en el país con el propósito de no afectar la calidad de vida de los colombianos. Es decir que con este ajuste se busca garantizar que no exista una pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores que s encuentran dentro del sector formal.
En sentido, señaló que para esta concertación no solo se tuvo en cuenta este índice, que en noviembre este índice se ubicaba en el 12,53 %, sino que se tuvo en consideración la productividad, que se encuentra sobre el 2 %.
Por lo que, a pesar de que el incremento fue del 16 %, en realidad el ajuste se estableció 1,46 % por encima de estos índices.
Grandes perdedores
Para Herrera los grandes perdedores en la concertación son los trabajadores informales y los ciudadanos que se verán empujados desde la formalidad a la informalidad por la pérdida de empleos y la no generación de nuevos puestos de trabajo por parte de las empresas.