¿Qué implica el cese unilateral de organizaciones armadas?

En Hora20 todo el análisis a las primeras acciones de la política de paz total. Las organizaciones que se empiezan a montar en el bus del diálogo y los que dan el paso al cese unilateral al fuego. Se debatió sobre la verificación, el impacto en la seguridad, las garantías y el rol de la fuerza pública.

Por ahora las organizaciones responsables de generar mayor violencia en el país, serían las que ya están montadas en la política de paz total que busca impulsar el gobierno... pues esta mañana el alto comisionado para la paz Danilo Rueda, reveló que 10 organizaciones armadas iniciaron cese al fuego de manera unilateral para avanzar en la fase exploratoria de diálogo y la búsqueda de mecanismos jurídicos para el sometimiento. Las organizaciones reveladas son: la disidencia de “Iván Mordisco” que estaría en 118 municipios del país en departamentos como Arauca, Vichada, Cauca y Valle; las disidencias de la segunda Marquetalia que se encuentran en 58 municipios; esto por el lado de las disidencias fruto del Acuerdo de paz en 2016 con las antiguas Farc.

Por otro lado, estaría el Clan del Golfo que hoy tiene presencia en 240 municipios y con unos 51 mandos regionales. También estarían las autodefensas de la Sierra Nevada, y “algunas oficinas de ciudades” como podrían ser la oficina de Envigado o la Caribe. Sobre la verificación de este cese, durante el noticiero del mediodía el comisionado Rueda aseguró que estaría en manos de las comunidades que viven en las zonas de conflicto y con las cuales se mantendrá línea directa para hacer el seguimiento.

Por otro lado, frente al ELN, se espera que haya “buenas noticias” en los próximos días, pues tras la aplicación de los protocolos establecidos al inicio del diálogo con el gobierno Santos, se empezará a designar a los comisionados encargados de la negociación.

Lo que dicen los panelistas

Para Iván Cepeda, senador de la república por el Pacto Histórico, contrario a vaticinios de algunos sectores, el cese multilateral parece comenzar a tener efecto, “llama la atención que Indepaz decía que una veintena de grupos participarían de paz total”, y agregó que hay una respuesta de las motivaciones de que estar con la paz da réditos y permite que el Estado asuma posición más benigna, “pero hay algo distinto a eso: enfrentamiento entre grupos ha llevado a situación insostenible”. Señaló que anuncios como los de la Oficina en Medellín, disidencias, interés del ELN, lo de Buenaventura entre Shotas y Espartanos, configuran una situación que vale la pena detenerse a analizar; “no es solo alto al fuego como una concesión del Estado”. Frente a las dudas sobre la verificación del alto al fuego, planteó que a partir del proceso de paz con Farc y después con ELN, se desarrollaron dispositivos de verificación y monitoreo. como las comunidades, iglesia y las misiones internacionales de la ONU y OEA.

Jorge Restrepo, profesor universitario, economista y director del CERAC, planteó que, en términos de verificación, quienes viven la violencia son los primeros que tienen información para verificar si ejercicio de violencia continúa o no y si cumplen con lo que se autocomprometen, pero destaca que por otro lado hay redes muy densas como organizaciones de sociedad civil y eclesiales que tienen un “flujo nutrido de información sobre lo que ocurre en territorios afectados por la violencia; esa es la primera fuente de monitoreo para ver si están cumpliendo”.

Resaltó que el cese es positivo ante un país que ha venido por varios años en un proceso de escalamiento de violencia por disputa entre organismos criminales, “es éticamente correcto que se presente como cese unilateral”, pero manifestó que gobierno y congreso deben poner pronto en su lugar una oferta de sometimiento a la justicia y de negociación al ELN para que reducción de violencia sea sostenible.

Tatiana Dangond, abogada, directora Tirant Lo Blanch Colombia y columnista en El Heraldo, aseguró que en últimos días se ha especulado sobre cese multilateral y sobre el rol de las FFMM, “pero hoy tenemos mensaje de tranquilidad porque cese es entre actores armados, pero no representa cese de operaciones militares”, aunque destaca que, si bien el problema no es el cese de hostilidades de los grupos, sino el mensaje que se envía con las dilaciones en presentar el proyecto de ley de sometimiento. A ese punto agregó que parece que no hay claridad en el manejo de la Fuerza Pública y queda una nube con cierta extrañeza, “no se puede confiar en las bandas criminales y debe haber claridad del papel de las FFMM y debe ser explícita”, por último, planteó varias preguntas sobre el límite del cese, “¿cuál es el alcance del cese unilateral? ¿no atentados? ¿cese de actividades de extorsión?”

Para Federico Arango, periodista y editor de Opinión de El Tiempo, si bien hay territorios donde comunidades sufren por el conflicto, hay otra cantidad de lugares donde hay presencia de grupos, pero el agobio de la gente no es a través de la violencia, sino el control social, “es positivo que cese el azote de los grupos sobre la población, pero hay que ver este otro componente de lo que pasa con comerciantes, transportadores que viven sometidos a la extorsión”.

También manifestó que durante el proceso con Farc se vio algo muy planeado, se discutieron protocolos y se debía acordar hasta la última coma, “pero ahora estamos ante camino inédito y no se sabe mayor cosa y que no todavía no tiene un marco legal”.