¿Qué pasa si uso hielo en la cara todos los días?: Beneficios y riesgos
El hielo en la cara es un tratamiento que puede ayudar a obtener resultados rápidos para retrasar el envejecimiento, disminuir las ojeras y el acné.
El cuidado de la piel es uno de los pilares fundamentales para las personas que quieren retrasar el envejecimiento y evitar los molestos cambios que llegan con la edad. Uno de los tratamiento más recomendados por los dermatólogos, es usar la técnica del hielo en la cara para hidratar, revitalizar y tonificar la piel.
La aplicación del hielo en la cara o también llamada Face Icing es una técnica muy sencilla que tiene efectos rápidos para tratar el envejecimiento, teniendo en cuenta que las bajas temperaturas pueden mantener la piel más firme y terso por sus efectos antiinflamatorios.
Esta técnica consiste en o aplicar hielo sobre el rostro realizando masajes circulares que estimulan la circulación sanguínea, reduce la hinchazón, destensa los músculos faciales y reafirma la piel.
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Beneficios de aplicar hielo en la cara
Entre los múltiples beneficios de aplicar hielo en la cara está el de disminuir la hinchazón facial, cerrar los poros, activar la circulación, combatir el acné, aliviar la piel irritada, reducir las ojeras, aliviar el dolor y acelerar la recuperación y cicatrización de la piel.
¿Cuál es el peligro de colocar hielo sobre el rostro?
La aplicación directa de hielo en la piel puede producir quemaduras al no ponerlo de forma adecuada y durar más del tiempo recomendado. Los dermatólogos recomiendan no extender esta técnica más de cinco minutos y si la piel está sensible es mejor tapar el hielo con una gasa de algodón para no aplicarlo directamente sobre la misma.