¿Está en riesgo el tratamiento de aguas residuales en Bogotá?
Caracol Radio revela documentos y audios que evidenciarían falta de mantenimiento de equipos y fallas en la operación por el Acueducto de Bogotá.
Una alarmante advertencia llegó al Tribunal Administrativo de Cundinamarca sobre la falta de mantenimiento en la PTAR Salitre II, por lo que su operación para tratar las aguas residuales de Bogotá estaría en riesgo.
Asimismo, se evidenciaron irregularidades en el manejo que la Empresa de Acueducto le está dando a la planta, que costó 1.5 billones de pesos. Hasta el momento, según pudo conocer Caracol Radio, deja algunas compuertas dañadas, acarreando millonarias pérdidas.
El contratista Consorcio Expansión PTAR Salitre (CEPS), conformado por españoles, griegos y colombianos, envió un documento a la magistrada Nelly Villamizar del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, que conoció Caracol Radio, advirtiendo que no se le están realizando mantenimientos preventivos y rutinarios a más de un centenar de equipos: bombas, compresores y ventiladores.
Esto debido, dice la CEPS, a la falta de coordinación entre la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y la Empresa de Acueducto de Bogotá, encargada de la operación de la PTAR desde diciembre del año pasado. Además, advierte de un riesgo inminente de afectación a la operación de la planta, que cuesta 5 mil millones de pesos al mes, según cálculos del consorcio.
Pablo Carrizosa, presidente de la ONG Asurío, integrante del Comité de Verificación del río Bogotá, alertó que los bogotanos estarían pagando por ese mantenimiento que no se estaría realizando el Acueducto. Entonces, ¿dónde está esa plata?
“Ya le viene cobrando a los bogotanos, vía tarifa, ese mantenimiento, solo que no se lo está haciendo a todos los equipos. Desde el punto fiscal es grave y está poniendo en riesgo la pérdida de garantías de los equipos. Para diciembre el Acueducto tendría 200 mil millones de pesos. La magistrada pidió a las Contralorías General y Distrital que estimen cuántos dineros se han cobrado”, dijo Carrizosa a Caracol Radio.
Estamos hablando de una planta que maneja las aguas residuales de 9 millones de habitantes para que no contaminen el río Bogotá, que la conforman unos 9.608 equipos y está compuesta de tres líneas: agua, lodo y gas. Carrizosa advirtió las consecuencias por la falta de mantenimiento.
“En la línea de agua si se daña algún equipo, pues en últimas es que el agua pasa por la planta y sale sin tratar al río Bogotá. Pero la línea de lodos es otra cosa: si ésta tiene una varada importante de equipos, frena la operación de la planta completa”, advirtió.
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Por eso la magistrada Villamizar ha realizado una serie de audiencias desde mayo pasado con todas las partes para verificar estas informaciones. En los encuentros participan la Contraloría y la Procuraduría para tomar las medidas que sean necesarias. Además del Acueducto de Bogotá, la CAR y los consorcios. Justamente, ya se solicitó a los organismos de control vigilar las tarifas que se están cobrando actualmente a los bogotanos.
Daño de equipos y posible mala operación
Caracol Radio tuvo acceso exclusivo a decenas de videos e imágenes de esas audiencias del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en donde se evidenciarían posibles delitos. Allí se revelaron posibles faltas de capacitaciones e irregularidades por parte de los operarios del Acueducto de Bogotá.
Irregularidades incluso que vienen desde el año pasado y que hoy revela Caracol Radio. Gloria Giraldo, representante legal de CEPS, habló en mayo de un daño grave a una centrífuga de la línea de lodos en noviembre pasado, antes que el Acueducto de Bogotá asumiera la operación de la PTAR Salitre en diciembre.
Alertó que "alguien", todavía por identificar, introdujo una varilla en la máquina. “Pedimos un análisis forense del fabricante que encontró que fue alterado el equipo con una varilla. Fue un daño súbito. Mostramos la evidencia de que es anormal que aparezca una varilla de estas en los equipos críticos dentro del proceso de línea de lodos”, señaló Giraldo.
Si bien en la audiencia Giraldo asegura que el aparato ya fue reparado y está en funcionamiento, la magistrada Nelly Villamizar alertó que podría tratarse de un delito.
“¿Quién pudo haber introducido esa varilla? No sé si tengan cámaras para poder demostrarlo. Estamos hablando de un dolo. No sé si el equipo alcanzó a dañarse para llevarlo al grado de tentativa o estaría configurado en el delito de daño en bien ajeno. Eso sí le corresponderá a la justicia penal”, indicó la magistrada.
En esa misma audiencia la CEPS informó que durante la temporada invernal se dañó la compuerta 85 de la PTAR Salitre. Al parecer, por un error de los operarios del Acueducto. El evento ocurrió el 23 de mayo pasado a las tres de la tarde.
Se estaba manejando un caudal de 7 metros cúbicos por segundos y se pasó de manera repentina a 11 metros cúbicos por segundo. Es como si fuera una avalancha que sobrepasó las capacidades de resistencia de la compuerta durante 9 minutos y que, finalmente, la sacó del servicio.
Uno de los ingenieros de la CEPS explicó lo sucedido y, según él, esta falla que puso en riesgo la operación de la PTAR pone en evidencia la falta de capacitación de los operarios del Acueducto.
“Se subió el caudal sin consultarle a nadie. Cuando se dan cuenta del daño que están causando regresan al caudal que habíamos recomendado. El Acueducto no sabe cómo operar la planta, ni la línea del proceso y el problema mayor es que la capacidad hidráulica de la PTAR queda limitada a 7 metros cúbicos, con lo cual cuando venga un caudal superior toca mandarlo a fase I de la PTAR o verterlo al río Bogotá sin tratar”, advirtió.
De hecho, la misma operaria reconoció su error ante la magistrada Villamizar. “Lo hice por criterio. Estaba lloviendo, no estábamos en condiciones normales. Tenemos una consigna de que si el nivel llega a 5.50 hay que empezar a abrir compuertas y enviarlas al canal. Al encender bombas pasó un incidente. Me distraje y no me di cuenta que se había dañado la compuerta”, dijo la operaria. Además, agregó en esa misma audiencia que la orden de aumentar el caudal vino de un funcionario de la CEPS.