¿Disminuye la ansiedad en los pacientes recuperados de COVID-19?

Un grupo de investigadores estudió a 250.000 participantes en 6 países diferentes, para identificar los síntomas de ansiedad y depresión que surgen como consecuencia de la aparición del COVID-19.

Los resultados del estudio que fueron publicados en The Lancet Public Health revelaron que las personas que tuvieron COVID-19 en forma leve se sienten menos deprimidas y ansiosas aquellos que nunca se contagiaron.

Las personas que tuvieron la enfermedad de forma leve, tuvieron 17% menos de probabilidades de presentar síntomas de depresión y 23% menos de posibilidades de tener ansiedad, debido a que la recuperación brinda una sensación de alivio.

Los investigadores determinaron que aquellas personas que no han sido contagiadas, presentan un grado de ansiedad por lo que sucederá si contraen COVID-19 en el futuro.

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Por otro lado, el estudio permitió identificar que los pacientes que desarrollaron la enfermedad de forma grave tuvieron más probabilidades de experimentar problemas de salud mental a largo plazo. Incluso se habla de un periodo de entre 15 y 16 meses después de haber superado la enfermedad, que tenían entre 50 y 60% más de probabilidades de sufrir depresión que los que nunca se habían infectado.

La investigación dice que estos factores se originan por la preocupación por los efectos en la salud a largo plazo y la persistencia de síntomas físicos prolongados de virus que limitan el contacto social aún después de superada la enfermedad.

Así las cosas, el estudio sugiere que los efectos en la salud mental no son iguales para todos los pacientes con coronavirus y que el desarrollo de la enfermedad (grave o leve) tiene que ver con la aparición de síntomas de depresión.