El Parque de los Nevados una maravilla que poco a poco desaparece

Por: Ricardo Gómez de la Roche Visitar las ciudades del Eje Cafetero tiene un valor agregado para quienes disfrutan de un buen paisaje. En la madrugada o en días despejados sobre todo al borde de la Cordillera Andina se puede observar el Parque Natural Nacional de los Nevados. El Parque lo compone el Nevado del Ruiz, llamado por los indígenas Kumanday, el Nevado de Santa Isabel, el Nevado del Cisne y remata con el Nevado del Tolima. Todo esto suma 58 mil hectáreas a una altura de 5.000 metros sobre el nivel del mar. Un poco de historia En la región existen decenas de personas y entidades que se han dedicado durante más de tres décadas a estudiar y a cuidar del Parque, uno de ellos es el experto Vulcanólogo y Astrónomo de la Universidad Nacional Gonzalo Duque Escobar, quien según sus reportes desde 1895 hay estudios sobre la reserva natural, donde se daba cuenta de una baja intervención del hombre en el macizo volcánico. En 1979, año en que se realizó una medición de los glaciares se encontró que el Nevado del Ruiz tenía 20 kilómetros cuadrados de hielo, el Nevado del Tolima 3 kilómetros cuadrados y Santa Isabel 6 kilómetros cuadrados. Y se habla de un último Nevado como el del Quindío el que según los informes no ha tenido nieve. En el 2001, año en que se hizo una nueva medición por parte de los expertos, ya se evidenciaba un notable deshielo, es decir que de 30 kilómetros cuadrados de nieve que había a finales de 1979 se llegaba a 20 solamente a principios de este siglo. Además se encontró que la temperatura se elevó 3 grados centígrados más. A finales de los años 70 y principios de la década de los 80, los estudios apuntaban a que el deshielo se debía a la influencia de la gran cantidad de ganado que permanecía en el parque, causando gran daño por el consumo de plantas nativas, sus desperdicios orgánicos y la tala indiscriminada de bosques para la adecuación de terrenos. Años después Las Naciones Unidas, entidad encargada de los estudios de calentamiento global, se encargaron de despejar las dudas de los estudiosos y desestimó las versiones sobre el deshielo y atribuyó a este último fenómeno los problemas ambientales en el Parque Natural Nacional de los Nevados. Calentamiento y Volcán El Parque de los Nevados siempre ha contado con un silencioso pero peligroso vecino, se trata del Volcán Arenas con 300 metros de ancho y 150 metros de profundidad, y según los datos históricos en los últimos 14 mil años ha hecho erupción en varias ocasiones

El Coordinador del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Ingeominas, en Manizales Ricardo Méndez, indicó que las explosiones volcánicas han dejado enormes daños ecológicos en el Parque Natural. Según los registros históricos del Observatorio, la primera erupción del Arenas, da cuenta del año 1595 fecha que registra la más grande emisión de lava sobre el territorio que hoy ocupa el Departamento del Tolima. En 1845 se habla de la erupción más grande dejando los más grandes daños ambientales, por la cantidad de emisiones ardientes que quedaron sobre el ambiente calentando la superficie del Parque. Y finalmente el 13 de noviembre de 1985 se presenta la última, pero la más pequeña de las tres, con menos de 60 millones de metros cúbicos de lodo. Esta erupción no dejó según los expertos daños ambientales, pero sí destrucción entre la población de Armero y otros municipios más. Caliente Futuro De acuerdo a estudios que reposan en las universidades de Caldas, el fin de las nieves perpetuas en el Parque Natural está proyectado entre 30 y 50 años, es decir que las próximas generaciones tendrán sólo el relato de sus abuelos sobre lo que un día fue una maravilla nacional. El calentamiento en la zona andina de más de 2 grados de temperatura y de tres en las zonas costeras, hará que esto se desplace hacia las áreas altas impactando directamente en los páramos. A más calor menos agua Según el Gerente de Corpocaldas, Juan David Arango, el Parque Natural de los Nevados surte en gran parte el agua potable que se consume en los municipios que conforman el Eje Cafetero. Sin embargo, por los efectos del calentamiento global la situación hídrica comienza a complicarse, sobretodo en las cuencas del Río Otún, Campo Alegre y Chinchiná, quedando pocas opciones de abastecimiento en el Norte de Caldas. Hoy en día se aplican medidas urgentes de repoblación de zonas boscosas, y ecosistemas estratégicos para contrarrestar en algo los efectos del calentamiento del global en una de las maravillas de la naturaleza situada en todo el centro de Colombia.