Bogotá se está enloqueciendo. Cada día ocho personas son atendidas por urgencias mentales

Por Juan Jacobo Castellanos
El turno del equipo de urgencias mentales de la Secretaría de Salud, arranca esta vez con un intento de suicidio en el sur de Bogotá. Mientras un hombre de 40 años es llevado con síntomas de intoxicación al hospital de Meissen, una ambulancia tripulada por un siquíatra, un auxiliar y un conductor sale a toda velocidad hacia el centro hospitalario.
Al llegar, el retrato no puede ser peor: el hombre que se separó hace 15 días de su mujer y quien tambien perdió a sus hijos, yace en posición fetal en una camilla; con sus dos manos se aprieta el estómago para calmar el dolor que le produjo el consumo de decenas de pastillas con las que intentó matarse para olvidar de tajo el abandono de sus seres queridos, que presumiblemente lo dejaron por maltrato intrafamiliar.
Con la mirada perdida y el rostro traslucido, confiesa que no es capaz de vivir si no tiene a su mujer y a sus hijos al lado. Nada tiene sentido si ellos no están con él. Tras la valoración por parte del equipo de urgencias siquiatrícas, se determina que el hombre está en un alto nivel de ansiedad, y podría volver a intentar suicidarse. Ante esto, se ordena hospitalización indefinida y un proceso de acompañamiento para resolver su situación familiar.
Esquizofrenia
No se ha terminado de resolver este caso, cunando las alarmas activan un nuevo servicio en la localidad de Usme. Otro hombre, con un amplio historial siquiátrico en los hospitales del distrito, presenta un delicado estado esquizofrenico. Desde hace dos meses solo sale de su cuarto, en horas de la noche para insultar a su mamá y a su vecinos.
Su hermana dice que están desesperados, el hombre se siente perseguido durante todo el dia, al borde que ni siquiera va al baño y su cuarto se convierte en el lugar de deposición de todas sus necesidades. Ante el estado del paciente, que en primera instancia se rehusaba a recibir al equipo médico, se decide sedarlo y trasladarlo a un centro hospitalario, en el que en primera instancia recibirá un tratamiento de 20 días para su estabilización emocional.
Seis meses sin ver la luz
Pero el día no termina para este equipo. Nuevas llamadas para atender sicoticos, retardos mentales y problemas de violencia intrafamiliar son atendidas. En medio del corre corre, con desesperación llaman los vecinos del barrio San Francisco en el sur de la ciudad, porque una mujer que no ve la luz desde hace seis meses, tiene al borde del pánico al vecindario.
La unidad de urgencias siquiatricas, llega al punto pero la mujer se niega a salir del cuarto. De pronto aparece su papá, de quien se dice la abandonó en el cuarto hace mucho tiempo con un delicado estado de esquizofrenia y quien evita que la puerta sea derribada, porque la mujer no responde.
Preocupado, confiesa que no ha podido atender a su hija, porque su nueva mujer no la deja quedarse en su casa. Al fin la mujer cede y abre la puerta, su estado es impresionante, tiene cara de cadáver y el olor de su habitación parece al de una cloaca, en donde almacenó durante días comida, retazos de pelo, basura y excrementos. Padece un crítico estado de esquizofrenia, es decir cree que la estan persiguiendo para matarla y ante su estado de debilidad hay que sedarla y trasladarla a un centro hospitalario de urgencia.
El pan de cada día
Los psiquiatras y sus ayudantes sostienen, que esto no es nada para lo que les toca afrontar. Por ejemplo, una jovencita con fármacodependencia, que un dia decidió saltar desde su terraza en un quinto piso, porque no podía salir a comprar su dosis de droga o un hombre que en un motel, fuera de si, que ahorcó a una prostituta y amenazó con volarse con una granada. Estos son algunos de los casos que le indican a estos expertos que en Bogotá hay mas de uno con delicados problemas mentales.
Lo más impactante es el rechazo de las familias y de algunos médicos y enfermeras, ante estos pacientes que atiende esta unidad especializada de la Secretaría de Salud. Pacientes que según los entendidos, con un diagnostico a tiempo y con afecto, la calidad de su vida podría mejorar.
Los datos de la Secretaría de Salud de Bogotá, indican que en el último año se atendieron tres mil 200 casos de urgencias siquiátricos, generadas en su gran mayoría por intentos de suicidio, fármacodependencia y trastornos bipolares, es decir una persona que se cree en determinado tiene el ego disparado y depronto entra en un profundo estado de depresión.
De los tres mil 200, atendidos por esta unidad en su mayoría han sido hombres, entre los 26 y 45 años. Las localidades que mas demandad atención de este equipo de urgencias siquiatricas que puede ser activado en la línea de la vida 123, son Cuidad Bolivar, Engativa y Kennedy.