Misterios y creencias

Críticas a la nueva ejecución en Irak y EEUU opina que pudo hacerse "mejor"

Las críticas a la pena de muerte se sucedieron hoy en el mundo, tras la ejecución de dos colaboradores del ex presidente iraquí Sadam Husein, al tiempo que EEUU opinó que ésta "pudo haberse hecho mejor".

Las críticas a la pena de muerte se sucedieron hoy en el mundo, tras la ejecución de dos colaboradores del ex presidente iraquí Sadam Husein, al tiempo que EEUU opinó que ésta "pudo haberse hecho mejor".
Dentro de su gira por varios países de Oriente Medio, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, dijo en Luxor (Egipto) que la ejecución de Sadam Husein y dos de sus colaboradores implicados en el "caso Duyail" de 1982 (la muerte de 148 chiíes tras un juicio sumarísimo por atentar presuntamente contra el entonces líder iraquí) "pudo haberse hecho mejor, con más dignidad".
No obstante, afirmó que la aplicación de la sentencia es "un asunto interno de Irak" y en ningún momento puso en duda que Sadam, su hermanastro Barzán al Tikriti y Awad al Bandar, jefe del Tribunal Revolucionario que condenó a aquellos chiíes, merecieran morir, dado "el gran número de víctimas" causadas por el derrocado régimen.
Para Rusia, la ejecución de Al Tikriti y Al Bandar, como la de Sadam Husein, no ayuda a estabilizar la situación en Irak.
Francia reafirmó una vez más su oposición a la condena a muerte, aunque consideró que los responsables de crímenes cometidos en Irak deben "responder por sus actos y ser llevados ante la justicia", y recordó que la posición de París, como la de sus socios europeos, es trabajar por la abolición universal de la pena capital.
También el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, de visita en Roma, dijo que, "por una cuestión de principio, la UE está en contra de la pena de muerte, ningún hombre puede quitar la vida a otro hombre" y abogó por trabajar juntos para llegar a una moratoria en los países que aún aplican esa sentencia.
Por su parte, el primer ministro italiano, Romano Prodi, reiteró que Italia está "en contra de la pena de muerte" y agregó que sobre las dos últimas ejecuciones el país "mantiene la misma posición" adoptada respecto a la de Sadam Husein en diciembre pasado.
El Gobierno español lamentó las ejecuciones de Al Tikriti y Al Bandar, en coherencia con su posición y la de la Unión Europea contraria a la condena a muerte, y recalcó su "firme posición"
contra la pena de muerte, con independencia de la responsabilidad "en las gravísimas violaciones de los derechos humanos cometidas a lo largo de muchos años por el régimen iraquí".
Asimismo, el ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Dermot Ahern, se declaró "perturbado" por las "horripilantes" circunstancias que rodearon la ejecución de los dos colaboradores de Sadam Husein y afirmó que ha comunicado al Gobierno iraquí, "en términos muy claros", la rotunda oposición de Dublín al uso de la pena de muerte "en cualquier circunstancia".
En el mismo sentido, el Vaticano subrayó su oposición a la pena capital, al considerar que no es la solución a los problemas en Irak, y señaló que el ahorcamiento de los colaboradores es un "cruel justicialismo".
En el mundo árabe, el Comité de Ulemas Musulmanes, máxima autoridad suní en Irak, señaló que "hay indicios de que quienes llevaron a cabo la ejecución se han desviado de lo que es legal y legítimo (y la han convertido) en una expresión de venganza".
En esa línea, los partidos de la oposición jordana y la Organización Jordana de Derechos Humanos (ODHA) condenaron las ejecuciones de hoy.
En opinión de la ODHA, son "un acto salvaje, ilegal e irresponsable que están diseñadas para provocar tanto a una parte considerable de los iraquíes como del mundo árabe y musulmán" y "forma parte del plan de Estados Unidos, que las autoridades iraquíes están aplicando, para instigar la guerra civil en Irak e intensificar la fractura que existe en el país".
Entre las organizaciones de defensa de los derechos humanos, Amnistía Internacional calificó de "brutal violación del derecho a la vida" el ahorcamiento de dos colaboradores de Sadam Husein y advirtió de que las autoridades iraquíes han perdido la oportunidad de que los acusados pagaran debidamente por sus delitos, "a través de un juicio justo y sin recurso a la pena de muerte".

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