Nuevos detalles sobre la masacre de Jamundí continúan descartando un error militar

Apuntes de la investigación, conocidos por Caracol Radio, sobre el incidente en el que murieron 10 policías y un civil en confusos hechos a manos de una patrulla del Ejército, dan fuerza a la hipótesis de que la muerte del grupo élite habría sido ordenada por un tercero y no se habría tratado de un error militar.
Caracol Radio recopiló informaciones de fuentes oficiales y estableció algunos detalles hasta ahora desconocidos que refuerzan esa versión:
Expertos en balística que estuvieron en el sitio y elaboraron un informe preliminar, aseguran que los disparos de los fusiles de los militares se hicieron desde una distancia muy cercana (unos 50 metros aproximadamente), desde donde se pudo identificar a los policías por sus uniformes y distintivos.
Inclusive se identificó en uno de los cuerpos (el de la persona que no estaba uniformada) con 2 impactos que habrían sido disparados de una distancia no mayor a 10 metros.
Otro detalle que trascendió es que varios de los fusiles de dotación de los policías fueron accionados, pero no se encontraron los rastros de los proyectiles dentro del rango de tiro del cuadrante de un posible enfrentamiento .
Se confirmó que el mayor Elkin Molina, quien comandaba el operativo de la comisión especial de la DIJIN, efectivamente alcanzó a sostener una comunicación de 15 segundos con el comando de la Policía Judicial en Bogotá. Se conoció que en medio del feroz ataque el mayor molina pidió apoyo pues estaban siendo atacados, alcanzó a hablar con un teniente de la DIJIN quien fue quien enteró inmediatamente a sus superiores de la situación.
El grupo especial de la DIJIN fue atacado, además de los disparos de los militares, con dos granadas de fragmentación que tuvieron que ser lanzadas también desde una distancia muy cercana. Este es uno de los puntos más importantes que se está estudiando para determinar la responsabilidad de los atacantes en el múltiple homicidio.
Se conoció de fuentes de la Policía que minutos después de haber ocurrido el hecho, el comandante de la policía del municipio de Jamundí, un oficial en grado de mayor, se desplazó hacia el lugar con un pequeño grupo de sus hombres y al momento de llegar al punto fueron recibidos con disparos, el Ejército tenía acordonada la escena y no le fue permitido el ingreso al oficial hasta que se hizo presente otro grupo de la policía al mando del coronel José Roberto León, comandante de la policía en Cali.
La escena del hecho habría sido manipulada
Los cadáveres de varias de las 11 personas presentaban señales de haber sido cambiados de sitio.
Uno de los aspectos claves de la investigación será el rastreo, a través de un equipo especial, de las últimas comunicaciones que sostuvieron los 4 suboficiales y 23 soldados que conformaban el pelotón que atacó a los policías. Todos los equipos de comunicación que utilizaban en ese momento los miembros del Ejército (celulares, avanteles y radios), fueron confiscados y están siendo procesados.
Otro detalle que llama la atención de los investigadores es que el comandante del Batallón de alta montaña Los Farallones, coronel Byron Carvajal, apareció en el sitio de los hechos pocos minutos después y en ropa de civil, situación que también es investigada por la Fiscalía.
Tres hipótesis
1. El informante pudo haber llevado a los agentes de la DIJIN hacia una trampa, contratado por un tercero.
2. El grupo de militares estaba al servicio de una persona al margen de la ley.
3. Un error militar.
Terminó la recolección de pruebas
La Fiscalía concluyó la recolección de pruebas y evidencias en inmediaciones de La Cristalina, en Jamundí Valle , donde diez policías y un civil murieron durante un ataque de soldados del Batallón de Alta Montaña "Rodrigo Lloreda".
De inmediato se ordenó el retiro de los tres vehículos en los que se movilizaba el grupo, una camioneta Chevrolet Rodeo, un Gran Vitara y una Luv que tienen huellas de haber sido alcanzados por 10, 8 y 6 impactos de fusil respectivamente.
Los técnicos hallaron 145 proyectiles y huellas de por lo menos tres granadas que fueron activadas en el lugar del confuso episodio ocurrido el lunes pasado en las horas de la tarde.
El inspector general de la Policía, Jaime Vera, dijo que todas las pruebas allegadas y la investigación están en manos de la Fiscalía y la Procuraduría General de la Nación encargados de recolectar el acerbo probatorio y dar un fallo al respecto.
Emotivo sepelio a cuatro policías muertos en los hechos de Jamundí
Un emotivo y doloroso adiós a cuatro de los 10 policías de la Dijin muertos el pasado lunes en Jamundí (Valle) por el Ejército, les rindieron sus familiares y amigos.
En Cali, en medio de un prudente silencio de sus allegados, fueron sepultados los subintendentes Roosvelt García y Gilmar Mamián, en Candelaria Carlos Alberto Murillo y en Pasto William Rodríguez Montero.
En representación de la Dirección Nacional de la Policía asistió el inspector general, Jaime Augusto Vera, quien destacó con honores a sus hombres pero se abstuvo de emitir comentario alguno.
El alcalde encargado de Cali, Miguel Yusti, dijo que confía en que habrá claridad sobre lo ocurrido en el predio La Cristalina, de Potrerito.
En representación del gobernador del Valle, el secretario de Gobierno, Orlando Riascos, dijo que es doloroso pero que es necesario buscar la unidad nacional en medio de la tragedia. A los actos no asistió ningún delgado del Ejército.
El director Antinarcóticos de la Dijín no pudo contener el llanto durante su discurso en el acto litúrgico en la iglesia El Templete, y dolido por lo que ocurrió con sus hombres, exaltó sus cualidades humanas y profesionales.
Coincidieron en que el grupo élite era el más granado de la Policía Nacional y que tenía en su haber el mayor número de operativos exitosos contra el crimen organizado en Colombia.
Entre tanto, Medicina Legal solo pudo entregar en la tarde el cadáver de Luis Eduardo Betancur, conocido como "Pan Dulce", el único civil que murió durante el fallido operativo, debido a la dificultad en la cotejación de huellas que permitiera su identificación.
Sus familiares, rechazaron nuevamente que fuese un informante, mientras que sus ex compañeros de trabajo en un restaurante del norte de Cali se negaron a hacer referencia alguna al respecto.
Finalmente Luz Ángela Castañeda, compañera sentimental del subintendente Roosevelt García, quien intentó suicidarse al conocer su muerte, permanece bajo atención médica en una clínica particular al sur de Cali. Su estado de salud es critico pero estable.