Un gusano ayuda a ganar Premio Nobel de Medicina
Uno de los laureados con el Premio Nobel de Medicina del 2002, Sir John Sulston, no sospechaba que el mensaje procedente de Suecia, que recibió en su oficina, era para comunicarle que había ganado el prestigioso galardón y no se enteró hasta que devolvió la llamada.
LONDRES.--- Uno de los laureados con el Premio Nobel de Medicina del 2002, Sir John Sulston, no sospechaba que el mensaje procedente de Suecia, que recibió en su oficina, era para comunicarle que había ganado el prestigioso galardón y no se enteró hasta que devolvió la llamada."Recibí un mensaje inicial y después devolví la llamada. Esto me facilitó las cosas", dijo a Reuters el científico. "Tuve tiempo para reflexionar y preguntarme si aquello era real".Este reconocimiento, sin embargo, se debe a un humilde y pequeño gusano.El relevante estudio se concentró en la regulación genética de la división celular y la muerte programada de las células, procesos que contribuyen a enfermedades humanas.Además del reconocimiento mundial, el Nobel consta de un millón de dólares que Sulston compartirá con el sudafricano Sydney Brenner, del Instituto de Ciencias Moleculares, en Berkeley, California, y el estadounidense Robert Horvitz, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), en Boston."Me siento muy emocionado y honrado de haber sido reconocido de esta manera", dijo Sulston, un hombre de 60 años, con barba y pelo canosos.Aunque Sulston encabezó la rama británica del Proyecto del Genoma Humano, que trazó la secuencia genética, o libro de la vida, de los seres humanos, el Premio Nobel se debe a estudios hechos anteriormente con el nemátodo Caenorhabditis elegans. LA DIVISION Y MUERTE CELULAR"Esto data de 1969, cuando me uní al grupo de Sydney Brenner. Fue él quien empezó todo, por sí mismo, y después reclutó a un número de posgraduados. Nos expandimos y hallamos que era un sistema estupendo para estudiar el control de linajes celulares y la muerte de las células", dijo.Como el nemátodo, un tipo de gusano, es tan pequeño, era el modelo ideal para que los científicos pudieran seguir, con la ayuda de un microscopio, la división celular desde el óvulo fertilizado hasta el organismo adulto.En los seres humanos hay cientos de tipos celulares que se especializan y se transforman en varios tejidos y órganos, como la sangre, los músculos y el sistema nervioso.La comprensión de los complicados procesos de la división celular, la muerte programada o el suicidio de las células, y de cómo los genes controlan este programa, podría aportar un mejor conocimiento sobre enfermedades humanas, como el cáncer, el sida y la cardiopatía.Los descubrimientos de Brenner establecieron las bases para el Premio Nobel. Sulston identificó la primera mutación de un gen en el proceso de la muerte celular, mientras que Horvitz, que se unió al grupo posteriormente, descubrió y caracterizó genes clave que controlan la muerte de las células en el gusano."Fue muy emocionante. Sólo necesitamos observar por el microscopio y descubrir su funcionamiento en una forma que nadie había visto antes", dijo Sulston."Varios de estos genes tienen funciones similares en los seres humanos y cuando son alterados, cuando se activan o desactivan inadecuadamente, pueden causar diversos problemas", explicó.El año pasado, Paul Nurse y Timothy Hunt, del Fondo Imperial para el Estudio del Cáncer en Gran Bretaña (ICRF, por sus siglas en inglés), hoy conocido como Investigación del Cáncer en el Reino Unido, y el estadounidense Leland Hartwell, del Centro Fred Hutchinson para la Investigación del Cáncer, en Seattle, fueron honrados por su trabajo sobre la identificación de componentes esenciales que intervienen en el control de la división celular.Sulston dijo que los primeros trabajos con el nemátodo y el trazado del genoma humano facilitarán progresos médicos y avances en la lucha contra las enfermedades."El gusano ha contribuido grandemente a la biología", añadió. "Creemos que es importante. Descubrimos muchos terrenos sin explorar y nos hemos dado cuenta de que se está reconociendo".



