Antes de terminar su mandato, el <a href="https://caracol.com.co/tag/ivan_duque_marquez/a/"><b>Gobierno Duque</b></a> deja adjudicada una licitación por casi 700 mil millones de pesos que permitiría la construcción de 3 viaductos (suman casi 3 kilómetros) en la carretera <b>Ciénaga- Barranquilla</b> como parte de un proyecto más grande que pretende convertir este corredor en una doble calzada. El<b> gobierno departamental del Magdalena</b> dice desconocer estudios y detalles de la obra y el impacto que podría tener en uno de los ecosistemas más importantes y frágiles del país. Escuche el diálogo con<b> Jenny Camacho, directora de contratación del Magdalena</b>.<b>Lea también: </b><a href="https://caracol.com.co/programa/2022/05/23/6am_hoy_por_hoy/1653310122_046007.html"><b>A este pueblo el mar le roba cada día un pedazo</b></a>En la<a href="https://caracol.com.co/tag/magdalena/a/"><b> gobernación del Magdalena</b></a> han impulsado el proyecto de construcción de una doble calzada mediante una APP (Alianza Público-Privada) porque lo consideran vital para facilitar el tránsito vehicular en el Caribe y porque esperan que algunas modificaciones en la carretera mejoren el intercambio de agua entre la <b>Ciénaga Grande de Santa Marta</b> y el mar, ayudando a reducir la excesiva salinidad, sobre todo en los meses que menos llueve. Sin embargo, consideran que las autoridades ambientales deben emprender acciones adicionales para recuperar esa ecorregión. Esto dijo<b> Luz Elvira Angarita, asesora ambiental del departamento</b>.Este proyecto de infraestructura, con su doble calzada y sus anunciados viaductos, causa temor entre algunos ambientalistas y comunidades porque en el pasado hubo errores en la construcción de dos carreteras que causaron daños irreversibles en la fauna y la flora de áreas protegidas. Una de las personas que ha expresado preocupación es la <b>doctora Sandra Vilardy</b> quien trabaja para la <b>Universidad de los Andes</b>, y durante años ha investigado estos ecosistemas. Hoy lidera, además, una iniciativa que se llama “<b>Parques Naturales, Cómo Vamos</b>”. Según la profesora Vilardy, hay una catástrofe pesquera que se refleja -por ejemplo- en la disminución de la cantidad de peces, pero también en la reducción del número de especies y en la talla más pequeña de aquellas que encuentran los pescadores. Hay sobreexplotación y evidencia de aguas cada vez menos aptas para esas variedades de las que viven miles de familias. Diferentes entidades, líderes comunitarios y autoridades expresaron que ríos o caños se han perdido definitivamente o han sido apropiados por finqueros de manera irregular. <b>Aquí encuentra los conceptos de la profesora Vilardy.</b>Todo eso ha ocurrido, aunque hace décadas hay declaraciones nacionales e internacionales que intentan proteger estos ecosistemas. Un parque nacional natural (<b>Vía Parque Isla Salamanca</b>), un santuario de fauna y flora, un humedal Ramsar reconocido mundialmente, una reserva de la biósfera declarada por la Unesco y un área especial de interés para las aves del mundo. Pero ni así los gobiernos han implementado un plan eficaz de conservación.Sobre el mencionado proyecto de infraestructura la recomendación de <b>Parques Nacionales Naturales</b> es evitar repetir errores del pasado y aprovechar estas obras en la vía entre Ciénaga y Barranquilla para proteger y restaurar el ecosistema en vez de afectarlo de nuevo. La <b>Autoridad de Licencias Ambientales (ANLA)</b> deberá estudiar si concede el permiso para hacer unos viaductos en dos tramos críticos donde la erosión costera destruye rápidamente la actual carretera. La mejor alternativa parece ser elevarla mediante viaductos. Para poder decidir, la ANLA podrá escuchar a muchas entidades ambientales, universidades e institutos. Parques Nacionales espera que los estudios para tomar cualquier decisión estén basados en análisis técnicos rigurosos que tengan en cuenta los problemas ambientales, económicos y sociales que hace décadas sufre la Ciénaga Grande de Santa Marta y que se han agravado en los últimos años. <b>Guillermo Santos dirige el equipo legal de esa entidad.</b>Dentro de la zona protegida el Estado ha reconocido propiedades particulares en terrenos que debían ser de la Nación y deberían estar cubiertos por mecanismos de protección. Sólo en la zona de influencia del S<b>antuario de Flora y Fauna</b> hay al menos 46 títulos de propiedad privada. Además, en 2005 las autoridades encontraron 27 kilómetros de diques y terraplenes construidos irregularmente en lotes privados pero hoy el número debe ser aún mayor.“La<b> Ciénaga Grande de Santa Marta</b> se está convirtiendo en un cementerio”. Eso dice uno de los líderes de los pescadores de Pueblo Viejo, Magdalena, afectados por la crisis ambiental de esta zona causada por la sedimentación, la contaminación, la mano del hombre y el calentamiento global. Ahora temen impactos adicionales de nuevas obras de infraestructura y denuncian que ni el gobierno ni el concesionario han escuchado sus preocupaciones. En Tasajera, municipio de Pueblo Viejo, escuchamos a <b>Enrique Maldonado</b>, uno de sus líderes.En la llamada isla del Rosario,<b> municipio de Pueblo Viejo</b>, vive otro líder veterano de los pescadores. Don <b>Manuel Márquez t</b>rabaja a veces como albañil porque lo que pesca ya no le genera suficientes ingresos. Aguas escasas, sedimentadas, contaminadas o excesivamente salinizadas han causado un deterioro progresivo de la Ciénaga que, según don Manuel, ya no tiene los peces de antes. Hace años que en la carretera Ciénaga-Barranquilla cobran una sobretasa a los peajes. Esos recursos deberían servir para rescatar el ecosistema impactado por la vía, pero estos líderes dicen no saber en qué los invirtieron porque aseguran no haber visto mejoría. Esas voces expresan lo que cinco asociaciones que integran a miles de pescadores reclamaron al <b>INVIAS</b> hace más de 4 meses; que les permitan participar para entender cómo les afectarán las obras que adelantarán en esta zona protegida.No hay coordinación entre las entidades del Estado para recuperar el desastre ambiental, las comunidades pescadoras están arruinadas y muchas normas de protección se quedaron en el papel. Esas son expresiones comunes entre líderes sociales y ambientales consultados por Caracol Radio y así lo reconocen algunas autoridades. Sin embargo, hasta hoy, la presencia estatal es escasa y buena parte de los recursos de conservación están movilizados a través de programas de cooperación internacional y ONG’s. En los últimos años la <b>Ciénaga Grande</b> de Santa Marta empezó a ser foco de atención para la Fundación ‘Tras La Perla’ que lidera el cantante Carlos Vives. Su coordinador en la región es el <b>activista John Cantillo</b>, un joven nacido en los pueblos anfibios dentro de la Ciénaga. Según dice, diferentes gobiernos han hecho 23 censos, estudios y caracterizaciones para dotar de agua potable a las comunidades palafíticas pero el proyecto aún no se concreta. Asegura que la zona tiene vocación para el ecoturismo y el turismo comunitario, pero para promoverlo habría que mejorar las condiciones de seguridad.6AM consultó a dos académicos e investigadores de la<b> Universidad del Magdalen</b>a para tener nuevas pistas sobre lo que ocurre en la<b> Ciénaga Grande</b>, una zona ecológica muy frágil y muy importante para las aves migratorias. El <b>decano de Ciencias Básicas, Juan Carlos Narváez,</b> sugiere que -al momento de diseñar nuevas obras en la zona- consideren las alteraciones climáticas causadas por los fenómenos del Niño y la Niña que cambian notablemente la cantidad, flujos y características del agua en el conjunto lagunar. Aunque su énfasis es la biología, Narváez es partidario de elevar la vía Ciénaga-Barranquilla en la zona impactada por la erosión costera. Asegura que, si se hacen los viaductos, el agua de mar pasaría por debajo de estos llegando a las ciénagas y aliviando el daño acumulado en esos ecosistemas.Por su parte el <b>ingeniero Gustavo Hernández,</b> quien ha estudiado las dinámicas de los ríos y del mar en esta zona, cree conveniente construir esos viaductos en los kilómetros 19 y 28 aunque anticipa que la vía, en cuestión de décadas, podría sucumbir ante la erosión costera. Considera urgente restablecer las corrientes de agua dulce proveniente del Magdalena y de los ríos que nacen en la Sierra Nevada para facilitar el tránsito de sedimentos que servirían de barrera ante el peligroso avance del mar.Corpamag, la autoridad ambiental en la región, reporta síntomas de mejoría en la salud de la Ciénaga Grande de Santa Marta. Uno de ellos es el aumento en la cantidad de hectáreas de manglares que durante décadas estuvieron diezmados. Los manglares recuperados (7 mil hectáreas en los últimos 5 años) son, dice la entidad, consecuencia de millonarias inversiones en dragados para que fluya agua dulce hacia la ciénaga, se reduzca la extrema salinidad y mejore la vegetación y él hábitat de muchas especies. Sin embargo, diferentes fuentes consultadas para este reportaje hicieron fuertes críticas a la gestión de la <b>Corporación Autónom</b>a. Los cuestionamientos tienen que ver, por ejemplo, con irregularidades en la destinación de agua para bananeros, palmeros y ganaderos, con el manejo de los ríos que bajan de la Sierra y con el uso, la transparencia y la participación de las comunidades en los recursos obtenidos mediante una sobretasa a los peajes de la región. Aquí puede escuchar al director de Corpamag Francisco Diazgranados.En los últimos años hay evidencia del regreso de algunos peces, reptiles y mamíferos a la zona, pero el balance general es de una preocupante pérdida de fauna (defaunación). Corpamag dice estar contribuyendo a recuperar este conjunto de ciénagas, pero asegura que el proceso se puede acelerar si los municipios construyen plantas de tratamiento de aguas residuales, si las comunidades no talan el mangle ni contaminan con basuras y si otras entidades del Estado ofrecen alternativas económicas a los pobladores de la región.Algo similar opina el<b> Capitán Francisco Arias, director del Invemar,</b> el prestigioso instituto que estudia los ecosistemas costeros de nuestro país. Después de décadas de deterioro progresivo por la construcción de carreteras, por los crecientes monocultivos de la agroindustria, por la ganadería extensiva, por obras mal hechas y por el cambio climático, las áreas de los manglares se redujeron a menos de la mitad. Después de implementar varios proyectos hay evidencia de una valiosa recuperación en ciertas áreas. Sin embargo, para el Capitán Arias y sus científicos este ecosistema sigue enfermo. Si fuera un paciente diríamos que está intoxicado porque poblaciones cada vez más grandes arrojan allí sus aguas servidas y sus basuras. La ciénaga enferma tiene sed, pero fuentes de agua como el Sevilla, el Aracataca, el Fundación y el Ríofrio son usados para actividades que le restan agua limpia. Este conjunto de lagunas ha perdido miles de hectáreas por fenómenos naturales y por la mano del hombre y cada vez le aparecen nuevas amenazas como una creciente población de búfalos, una especie altamente demandante de agua y que deja sus excrementos dentro de ella.Varias fuentes consultadas por<b> Caracol Radio</b> reconocen que no ha habido una evaluación seria, independiente y sistemática sobre la utilidad de los mecanismos de protección de la Ciénaga. El Instituto reconoce, como nos lo dijeron expertos, autoridades y habitantes de la región, que falta coordinación e inversión de muchas entidades estatales. Este instituto consiguió recursos de cooperación internacional para unos proyectos piloto que podrían arrojar información valiosa sobre la cantidad de agua que se produce en la <b>Sierra Nevada</b> y cómo se está usando; también espera generar soluciones de largo plazo, pero sólo serán remedios efectivos si hay voluntad estatal para aplicarlos.