Dormir bien, un hábito que aumenta la productividad

Colombia

Actualmente, diferentes estudios revelan que “dormir bien” además de traer múltiples beneficios relacionados con el alto desempeño y la productividad, está considerado como una de las funciones vitales del individuo, las personas que duermen bien, están generando salud mediante una serie de procesos al interior de las células de su cuerpo, durante el sueño se realiza la desintoxicación de tejidos como el cerebro, el hígado y los riñones, esto explica que al despertar después de un buen descanso las personas se sienten en capacidades de realizar cualquier actividad que se propongan, lo contrario ocurre cuando el descanso ha sido insuficiente o de mala calidad, al despertar el cuerpo cae en un letargo que puede durar varias horas. El dormir bien aumenta la capacidad de concentración, preserva la memoria, favorece procesos de regeneración de células ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro y enfermedades crónicas, equilibra las emociones, repara los tejidos musculares, nivela las cifras de presión arterial, sin mencionar los innumerables beneficios para el sistema cardio vascular y hormonal, en resumen, optimiza la maquinaria corporal.

El descanso se ha convertido en un factor determinante de la calidad de vida de las personas, hoy se invierte dinero y tiempo en adecuar espacios para conseguir descansar y dormir bien, tendencias como el minimalismo, coachees del orden como Marie Kondo, nos invitan a reducir el consumo de artículos innecesarios e invertir en nuestro bienestar.

La velocidad con la que se mueve el mundo y las industrias exige más energía, más tiempo y ser más productivos, pero si no hay buenos hábitos a la hora de dormir, no hay descanso real y será muy difícil seguir el ritmo que el año que inicia demanda. 

El Dr. Danilo Sáchez vocero científico del Grupo Espumados para Colchones Romance Relax, entrega 6 hábitos a la hora de dormir que ayudarán al aumento de la productividad en el 2020 

1. La Hora de dormir, una cita a la que no puedes fallar.

La hora de dormir debe ser sagrada, definir de acuerdo a tus actividades cuál será tu horario de descanso y convertirlo en hábito, es decir procura ir a la cama a la misma hora todos los días incluso los fines de semana, después de un par de días de hacerlo te darás cuenta que el cuerpo se habituará a dormir justo el tiempo que necesitas. Evita faltar a tu cita diaria o llegar tarde y nunca, nunca dejes un día sin dormir

2. Entrena tu cerebro para el descanso.

Crear un ritual para dormir ayuda a generar una alarma en el cuerpo que avisa al cerebro que llegó la hora de descansar. Se puede empezar, apagando el celular (lo ideal) o bajando su volumen; tomar un vaso con agua; cepillarse los dientes; ponerse el pijama, estas rutinas ayudarán a crear el hábito, si se hace todos los días, ideal a la misma hora.

3. Señales equivocadas a la hora de dormir. ¡Evítalas!

Evita el consumo de bebidas o sustancias con estimulantes para el cerebro como cafeína, xantinas, taurinas, nicotina (bebidas energizantes, café, té, chocolate, tabaco etc.) así como los azúcares o postres antes de dormir, lo recomendable es no consumirlos durante el día, pero si lo haces procura que sea hasta las 3 o 4 de la tarde como máximo, estas sustancias envían señales equivocadas al cerebro que le indican que debe permanecer activo a la hora de dormir y deterioran la calidad del sueño.

4. ¿Dónde duermes? Es más importante de lo piensas

Es importante que el lugar donde se duerme esté despejado y limpio, que esté completamente oscuro o cuente con luces tenues, mínimo ruido y pocos objetos. No hay descanso en un lugar desordenado y sucio, evita los dispositivos electrónicos cerca o encendidos como televisores, computadoras, tabletas o smartphones, controla la temperatura de la habitación puesto que influirá directamente en la calidad del sueño.

5. Pijama y ropa de cama.

Un pijama de tu gusto, que huela bien, junto con ropa de cama limpias que se cambien regularmente, recomendable cada semana, especialmente para quienes transpiran mucho durante la noche, recuerda que el cuerpo se desintoxica durante el sueño, es entonces como contar con ropa fresca y limpia harán de la hora de dormir una experiencia real de descanso.

6. Almohadas y colchones, una decisión determinante

Nunca tomes a la ligera la elección de tu almohada y tu colchón, allí permanecerás aproximadamente la tercera parte de tu vida, 8 de las 24 horas del día, si vamos más allá te darás cuenta que la tercera parte de tu vida estarás durmiendo o descansando, teniendo en cuenta estos datos tan importantes, toma tu tiempo a la hora de elegir tu próximas almohadas y tu colchón, estos pueden llegar a ser considerados artículos íntimos, por esta razón debemos prestarle atención a la calidad de sus materiales, a la configuración de su tecnología, al respaldo y los tiempos de recambio.

No se deben usar artículos de este tipo de segunda. Un buen colchón y almohada a la medida y necesidades de cada uno, harán posible una noche de descanso.

El experto Danilo Sánchez del Grupo Espumados, asegura la importancia de no “heredar” estos artículos, esta es considerada una práctica que pone en riesgo la salud, teniendo en cuenta que los colchones y almohadas contienen el sudor y células que se desprenden de la piel y de las que se alimentan parásitos como los ácaros. La recomendación es evitar re-usar estos elementos y vigilar que no pase demasiado tiempo sin cambiarlos, lo ideal es hacer cambio de almohadas cada año y colchón cada 5 años, aunque estos tiempos pueden cambiar según las características de los mismos.

“Existe un tipo de colchón para cada persona, según sus necesidades y características físicas, de allí la importancia de buscar la mejor opción: marcas como Romance Relax que cuentan con certificaciones, estándares de calidad y prácticas de fabricación asegurando la higiene y características óptimas de los materiales; sumado a las diferentes referencias de colchones que puedes adquirir con el acompañamiento de asesores preparados para guiar en la mejor elección, y así tener un descanso reparador que renueve la energía”.