Bloqueador solar, aliado de diabéticos y pacientes con cáncer
No existe una cultura del uso de este producto, además cuando se aplica las personas no lo hacen para protegerse durante todo el día. Los pacientes oncológicos y quienes sufren diabetes son los que más cuidado deben tener.
“Mientras quienes padecen cáncer, los perjuicios sobre la piel están más asociados al tratamiento, aquellos que sufren diabetes están más relacionados con la enfermedad en sí misma”, afirmó la profesora Sandra Guerrero Gamboa, directora del Departamento de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia, durante el Segundo Simposio Latinoamericano en Mejores Prácticas para la Prevención del Daño de la Piel (Sipiela).
Según la docente, a excepción del cáncer de piel, que eventualmente puede ser agravante adicional, el tratamiento de la enfermedad afecta la renovación o maduración de este tejido, considerado como el mayor órgano del cuerpo humano. El aspecto sobre el que se debe prestar más atención es el grado de toxicidad, el cual se manifiesta en la caída del cabello.
Precisamente, el cabello y las uñas deben tomarse como anexos de la piel, pues es en ella donde están sus raíces.
“El ser humano tiene un estrato córneo conocido como queratina, la cual es más densa en cabello y uñas, pero es la misma que está en la superficie de la piel”, explica la docente.
En el caso de la diabetes, uno de los signos es el llamado pie diabético, úlceras que pueden causar necrosis como consecuencia de la falta de irrigación en esas zonas, que es la más distante al corazón.
Lo que ocurre, menciona la experta, es que, el azúcar del paciente, en sus vasos se conforma una especie de tapiz que pone rígida esa zona del cuerpo y obstruye la irrigación hacia los tejidos.
“Como el paciente va perdiendo sensibilidad, puede tropezar y no sentir que el zapato le está tallando. Se le puede formar una ampolla que si daña la piel puede derivar en una gangrena, y en el peor de los casos en un amputación”, explica.
La otra variable en juego es la edad, “ya que la piel del neonato es diferente a la del niño, la de este a la del adulto y la del adulto a la del anciano”.
Por eso, ropa suave, calzado holgado, aplicación de hidratantes (no vaselinas o aceites) y sobre todo no usar agua caliente son medidas sencillas, pero claves para evitar enfermedades de la piel. También, bañarse con agua fría y un uso permanente de bloqueador solar puede amainar los efectos sobre la piel a causa de estas enfermedades.
A diferencia de otras latitudes, Colombia es un país que por su posición geográfica recibe más rayos solares. En el caso de ciudades como Bogotá, el sol puede ser más perjudicial si están ubicadas a mayor altitud.
“Los colombianos no se están protegiendo lo suficiente”, afirma la docente. Además, debido a la descomposición provocada por el sol sobre la efectividad del bloqueador, en escenarios de continua exposición (por ejemplo, constantes desplazamientos en la calle), lo ideal es aplicarlo varias veces al día, incluso cada hora.