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Crece la desesperanza en La Mojana tras un año del rompimiento del punto Caregato

La llegada del nuevo gobierno deja un aire de desilusión en los habitantes de La Mojana, quienes aseguran no ven soluciones definitivas.

Foto: Alcaldía de Ayapel

Foto: Alcaldía de Ayapel

El pasado sábado, 27 de agosto, se cumplió un año desde que el río Cauca rompió el jarillón construido en el punto conocido como Caregato, y terminó por inundar 11 municipios de los departamentos de Córdoba, Antioquia, Sucre y Bolívar, que integran la subregión de La Mojana.

De manera sarcástica, los habitantes de esta zona del país “celebraron el aniversario” de la emergencia y como en cualquier “fiesta”, compartieron de un pastel que representaba la desesperación en la que viven desde hace meses.

Esta acción fue calificada por ellos mismos como una protesta pacífica con la que pretenden enviar un mensaje claro a los gobiernos locales y nacional.

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“Estamos triste porque hace un año vimos cómo el río se nos llevó la ilusión, nuestros recursos, mucha gente quedó sin nada, en la miseria, aguantando hambre. Ustedes miran la torta alusiva a que hay ganado muerto, gallinas, maquinaria paralizada. Esto es una protesta pacífica, queremos mostrarle al gobierno saliente que estamos descontentos con la forma en que trataron a La Mojana”, señaló Aníbal Janna, productor residente en el municipio de Ayapel, Córdoba.

Según Janna, el cambio de gobierno dejó un aire de desilusión en la población, puesto que en su más reciente visita, desarrollada el pasado 25 de agosto, el presidente Gustavo Petro anunció que las prioridades estarán en las ayudas alimenticias.

“Después de la visita del presidente a La Mojana estamos con más incertidumbre, todo el mundo esperaba una buena noticia del presidente y lo que todos entendemos es que tenemos que acostumbrarnos a vivir anfibios, porque tenemos que vivir con el agua”, precisó.

Del mismo modo se refirió a la propuesta de valorización de la tierra planteada por el primer mandatario asegurando que esta debe tener en cuenta las condiciones de los terrenos antes y después de las inundaciones.

Finalmente, el líder comunitario advirtió que lo ocurrido en La Mojana es muestra de la poca planificación, teniendo en cuenta que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres fue puesta en sobre aviso del riesgo que se corría ante el rompimiento del jarillón, no obstante, el punto no fue intervenido y no resistió las fuerzas del río Cauca.

Aunque que se había dicho que este boquete que inició con 200 metros de apertura sería cerrado 80 días después del rompimiento, lo cierto es que un año después, registra una longitud de más de 1 kilómetro y los más de 20 mil millones de pesos invertidos en obras, no han dado resultados.

 

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