El peligro y la suerte, pan de cada día en el trabajo de los mineros
Los primeros días de trabajo se siente mucho temor por encontrarse a profundidades que superan los 45 metros
Pedro José Sánchez Franco / Óscar M. Ramírez
Caldas
Pedro José Sánchez Franco, uno de los mineros que participa en las labores de rescate de sus 11 compañeros en Neira - Caldas, le dijo a Caracol Radio que después de que se logre extraer por completo el agua del socavón será necesario suministrarle suficiente ventilación al cúbico para poder ingresar.
Afirmó que aunque el agua sea achicada por completo se debe tener mucho cuidado con los gases que hay acumulados en la mina, así como con las posibles fallas en la estructura; pues han sido varias las filtraciones del río y es necesario realizar un apuntalamiento para prevenir un posible colapso.
Agradeció la atención que les han brindado con alimentación, exámenes y pruebas médicas durante los turnos de doce horas para rescatar a sus compañeros, entre los que se encuentra un primo de su esposa.
Acerca de los peligros que se corren mientras se trabaja en las minas, manifestó que se intenta adecuar la excavación de la mejor forma con guaduas y láminas de madera para evitar derrumbes; pero que siempre existe el riesgo de que el material se reviente mientras siguen bajando hasta encontrar la peña, que es donde se puede conseguir el oro.
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Admitió que los primeros días de trabajo se siente mucho temor por encontrarse a profundidades que superan los 45 metros, pero que luego la necesidad de ganar el sustento diario hace que se vayan acostumbrando.
Del dinero que pueden obtener cada día indicó que todo es cuestión de suerte, pues hay jornadas en las que se ganan entre 50.000 y 200.000 pesos; mientras que hay otras en las que pasan más de ocho horas bajo tierra pero deben regresar a sus casas con las manos vacías.
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