Crisis social y económica ha dejado el cierre de la frontera hace un año

San Juan de Pasto

El paso binacional en Rumichaca se cerró hace un año, dentro de las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional, debido a la pandemia del COVID-19. Desde entonces la dinámica social y económica para quienes viven en la zona común sufrió un cambio significativo como quiera que la mayoría obtienen sus ingresos del intercambio de bienes y servicios entre habitantes de los dos países.

Transcurrido este tiempo Ipiales ha sido una de las ciudades más golpeadas, comerciantes debieron cerrar sus negocios, empresas foráneas también optaron por clausurar, otras disminuyeron el número de empleos y la informalidad comenzó a proliferar en las calles como un mecanismo para el sustento diario según el líder social Omar Benavides.

A esto se han sumado problemas de inseguridad y el permanente tránsito de migrantes a través de pasos ilegales que según las autoridades locales superan los cuarenta y que gremios aseguran podrían ser mayores a cien.

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El Gobierno Nacional, a través del gerente de fronteras de la Presidencia de la República Lucas Gómez, señala que Colombia está lista para la reapertura sin embargo, todo está en manos de la vecina nación. El funcionario anunció la implementación del ´plan muralla´ similar al que se puso en marcha en Norte de Santander para combatir los problemas de inseguridad comunes en estas zonas fronterizas.