Un año sin explicaciones
Un año después del asesinato de las jóvenes universitarias Manuela Betancourt y Angie Paola Cruz, no hay explicaciones concretas.
El crimen de las dos mujeres, que consternó a Bucaramanga, ocurrió la madrugada del pasado 7 de febrero del 2020. Las jóvenes fueron encontradas en la habitación 304 de una pensión cerca de la UIS, bañadas en sangre producto de varias puñaladas que recibieron, por parte de Argemiro Urrego, el novio de Angie Cruz.
Esta tragedia inició la noche del jueves 6 de febrero en una discoteca de un exclusivo sector de la ciudad. La que era una actividad divertida empezó a tornarse conflictiva, pues Angie y Urrego discutieron. De los gritos, se pasó a los golpes. De esta manera terminó la salida.
Las dos universitarias y Argemiro volvieron a la residencia. Los tres ingresaron a la habitación 304 en donde no se sabe a ciencia cierta qué pasó.
Fue una llamada de un allegado del hombre la que alertó a las autoridades. Cuando la Policía ingresó a la vivienda no había nada que hacer.
El cuerpo de Angie Paola Cruz estaba tendido sobre la cama con múltiples puñaladas en todo su cuerpo. Al lado izquierdo estaba el cuchillo de cacha de madera con el que se perpetró el crimen.
En el piso yacía también con varias cuchilladas, sin vida, Manuela Betancourt, a su alrededor un charco de sangre.
En la pensión nadie vio ni escuchó ruidos ni gritos. Mientras esto pasaba, el hombre con su ropa y sus manos ensangrentadas caminaba por la carrera 27, uno de los principales corredores viales de la ciudad.
En el parque de Los Niños fue capturado por la Policía. Tras lograr un preacuerdo con la Fiscalía se le imputó el delito de feminicidio y fue condenado a 45 años de cárcel.