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El rey Carlos III despojará de sus títulos al príncipe Andrés, salpicado por el caso Epstein

La casa real británica inició el proceso para quitarle los títulos al príncipe Andrés, quien está involucrado por en el caso de tráfico sexual de Jeffrey Epstein.

El rey Carlos III despojará de sus títulos al príncipe Andrés, salpicado por el caso Epstein. AFP.

El rey Carlos III de Iglaterra comenzó hoy “un proceso formal” para despojar de sus “títulos y honores” a su hermano, el príncipe Andrés, investigado por sus vínculos con el traficante sexual Jeffrey Epstein, según anunció hoy el palacio de Buckingham.

“El príncipe Andrés será conocido a partir de ahora bajo el nombre de Andrew Mountbatten Windsor”, precisa el comunicado.

Además, tendrá que abandonar su residencia real, pues ya se le entregó una notificación formal para que renuncie al contrato. Se mudará a una vivienda privada alternativa,

En los últimos meses, aumentó la presión para que Andrés abandonara el Royal Lodge, que se encuentra en la propiedad real de Windsor, y más aún desde que se publicaron la semana pasada las memorias póstumas de Virigina Giuffre, principal victima de Jeffrey Epstein.

El segundo hijo de Isabel II, de 65 años y que vive junto a su exesposa, Sarah Ferguson, en esa mansión de 30 habitaciones desde 2003, se trasladará a la finca de Sandringham Estate, en Norfolk, a unos 180 km al noreste de Londres, según la agencia Press-Association.

Andrés pierde todos los honores y abandona su casa

Todos los honores que el hermano del monarca recibió a lo largo de su vida le serán retirados y será conocido como Andrés Mountbatten Windsor (el apellido de su padre, el fallecido duque de Edimburgo y el que lleva la familia real británica).

“Su Majestad ha iniciado hoy un proceso formal para retirar el tratamiento, los títulos y los honores del príncipe Andrés. El príncipe Andrés será conocido ahora como Andrés Mountbatten Windsor. Su contrato de arrendamiento en Royal Lodge le ha proporcionado, hasta la fecha, protección legal para continuar residiendo allí. Se le ha notificado formalmente que debe entregar el contrato y se trasladará a una vivienda privada alternativa”, agrega el comunicado.

Estas medidas se consideran necesarias, a pesar de que continúa negando las acusaciones en su contra. Sus Majestades desean dejar claro que sus pensamientos y su más sentido pésame han estado, y seguirán estando, con las víctimas y los supervivientes de cualquier forma de abuso”, concluye la nota.

En las últimas semanas, Andrés recibió presiones para abandonar Royal Lodge, una mansión de 30 habitaciones que fue la residencia de la fallecida reina madre, Isabel, al salir a la luz que llevaba más de veinte años viviendo allí pero sin pagar alquiler, mientras seguían saliendo a la luz más detalles sobre sus vínculos con Epstein.

Las hijas de Andrés conservan los títulos de princesas

Según los medios británicos, Andrés se irá a vivir a una residencia en Sandringham, en el este de Inglaterra, que será costeada por el rey, mientras que sus dos hijas, Beatriz y Eugenia, conservarán los títulos de princesas, a los que tenían derecho por ser nietas de Isabel II.

Los medios publicaron asimismo que los diputados británicos se planteaban debatir en el Parlamento la conducta de Andrés y desafiar la convención que impide a los políticos criticar a la familia real británica, algo que ahora consideraban necesario por el escándalo.

El príncipe estaba considerando abandonar voluntariamente su residencia de Royal Lodge, según los medios británicos, pero era reacio a renunciar a su residencia de más de 20 años, ya que pedía una nueva vivienda y una compensación económica por los fondos gastados en el arreglo de Royal Lodge cuando accedió a ella.

Hace unos días, Andrés intentó poner fin a años de controversia, tras las acusaciones de abuso sexual sobre Virginia Giuffre cuando ésta era menor de edad, al comunicar que dejaría de utilizar voluntariamente el ducado y otros honores que tenía, como el de miembro de la orden de la Jarretera, pero no fue suficiente ya que la polémica continuó en los medios.

Sin embargo, Andrés, quien niega rotundamente las acusaciones de abusos a Giuffre, se vio inundado de críticas centradas en la propiedad en la que ha vivido, prácticamente sin pagar alquiler, desde 2003, un año después de que muriera su abuela, la reina madre.