Pentágono habría obligado a tropas en el Caribe y el Pacífico a firmar acuerdos de silencio
La medida inusual busca restringir filtraciones sobre los bombardeos ordenados por Trump, en medio de renuncias y críticas en el Congreso por la falta de transparencia en las operaciones que ya dejan al menos 50 muertos.

Primeras imágenes de buques de guerra de EE.UU. que se dirigen hacia el sur del Caribe. Crédito: Departamento de Defensa de EE.UU.
Inusual medida en el Pentágono. Varios oficiales estadounidenses involucrados en el despliegue militar en el Caribe y el Pacífico fueron obligados a firmar acuerdos de confidencialidad, alimentando temores sobre una posible expansión de las operaciones.
Según un nuevo informe, la administración Trump ordenó a todos los miembros de las tropas que participan en los bombardeos firmar un NDA (Non-Disclosure Agreement), un acuerdo de confidencialidad que prohíbe divulgar detalles de las misiones.
La decisión es altamente inusual, ya que los soldados ya están legalmente obligados a mantener la confidencialidad de información clasificada. Funcionarios citados por Reuters señalaron que se desconoce cuántas personas han firmado y cuál es el alcance exacto del documento.
El acuerdo surge pocos días después de la renuncia del jefe del Comando Sur, Alvin Holsey, quien dimitió tras expresar su preocupación al secretario de Defensa, Pete Hegseth, por los ataques en la región, que hasta ahora han dejado al menos 50 muertos.
Medios estadounidenses reportan que Hegseth ha restringido el flujo de información dentro del Pentágono, exigiendo autorización previa para comunicarse con el Congreso y limitando el acceso de la prensa, lo que ha provocado protestas de grandes medios y la revocación de credenciales.
Legisladores republicanos y demócratas han cuestionado la falta de transparencia sobre las operaciones militares. Se espera que, a su regreso de Asia, el presidente Donald Trump informe al Congreso sobre la campaña contra los cárteles en América Latina.
Sin embargo, la Casa Blanca ya adelantó que los bombardeos continuarán, en lo que describe como “una guerra no internacional contra el narcoterrorismo”.




