De la lluvia al arte: un proyecto escolar que convierte piedras en mensajes de paz
Conozca la iniciativa contra que busca acabar con la costumbre de lanzar piedras cuando llueve en la ciudad
En la Institución Educativa Distrital Manuel Elkin Patarroyo se presentó este miércoles la exposición del proyecto “Piedras para el Arte, la Vida y el Perdón”, una innovadora propuesta liderada por el profesor Endri Martin. El objetivo es transformar una peligrosa práctica de violencia en expresiones de creatividad y reconciliación.
La idea surgió como respuesta a un fenómeno que preocupa en algunos sectores de Barranquilla: cuando llueve, grupos de jóvenes suelen salir a lanzarse piedras. Ante esta realidad, el docente de filosofía decidió abordarla desde la empatía y el arte.
“¿Por qué no usamos las piedras para el arte?”
“A propósito de la situación en Barranquilla, donde muchos jóvenes cuando empieza a llover se reúnen para lanzarse piedras, conocí a cuatro muchachos que hacían eso aquí en el sector”, relató el profesor Martin. “Los entrevisté en medio de un aguacero y les pregunté: ‘¿Por qué no usamos las piedras para el arte, para construir sociedad y, sobre todo, para volver a disfrutar de la lluvia?’”.
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Según el maestro de secundaria, el trabajo con esos jóvenes se trasladó al colegio, donde los estudiantes comenzaron a pintar piedras y a expresarse a través de ellas: “Aquí nuestros alumnos plasmaron sus emociones y sentimientos, cambiaron su actitud frente a la lluvia y aprendieron a reconciliarse y perdonar. Lo más importante fue descubrir que las piedras podían convertirse en un método de arte”.
Las piedras, que antes eran lanzadas como proyectiles, ahora fueron transformadas en obras de arte. Decoradas con colores vivos, mensajes de paz y diseños inspirados en el Carnaval de Barranquilla, incluso algunas se convirtieron en objetos útiles como portalápices y figuras ornamentales.
Más de 200 jóvenes involucrados
Lina Marcela Durán, estudiante de décimo grado, explicó que su creación buscó reflejar un lugar de calma personal:
“Mi piedra era una piedra pequeña, de mis colores favoritos, el rosa. Para mí el rosa significa paz. Escribí ‘amar a mar’, porque yo amo el mar y lo considero mi lugar de tranquilidad. Quise representarlo de manera diferente, porque cada quien tiene su propio significado, pero para mí era paz y armonía”.
En total, más de 200 estudiantes de séptimo, décimo y undécimo grado han participado en esta iniciativa que se consolida dentro de la institución Manuel Elkin Patarroyo como un ejemplo de cómo el arte puede convertirse en un camino hacia la reconciliación.