Así fue la última vez que Colombia fue descertificada en la lucha antidrogas
La decisión del gobierno estadounidense ocurrió mientras el país vivía un escándalo político en el gobierno Samper.
El peor momento en la relación entre Colombia y Estados Unidos más reciente se vivió durante el gobierno de Ernesto Samper y Bill Clinton. (Foto: Caracol Radio / Getty )
La relación entre Colombia y Estados Unidos, calificada históricamente por ambos gobiernos como la alianza más importante en la región para tener un mejor control en cuanto a la lucha contra el narcotráfico y la seguridad del continente, no ha sido ajena a roces por diferencias en los enfoques para atender las crisis y falta de resultados.
A pesar de estos leves choques constantes, las tensiones solo han registrado una escalada significativa en 1996 que resultó en la descertificación de Colombia y suspensión del visado para el entonces jefe de Estado.
En Caracol Radio recordamos qué ocurrió en la última descertificación, ocurrida en el periodo presidencial de Ernesto Samper.
“Colombia fracasó y Estados Unidos la castigó”
En marzo de 1996, la prensa internacional dedicó algunas líneas a las tensiones entre Colombia y Estados Unidos asegurando que Washington castigaba a Bogotá por “su fracaso en la lucha contra el narcotráfico”.
En ese entonces, el Departamento de Estado emitió un informe en el que daba la conclusión que el país también vio durante 2025: “Colombia continúa siendo el mayor exportador de cocaína, aunque en exportaciones de heroína y marihuana tampoco se queda atrás. El gobierno no se ha comprometido a fondo para darle pelea al narcotráfico”.
Tras esta decisión, el entonces canciller Rodrigo Pardo dijo que esto fue una “decisión política que no se ajusta a la realidad” y el entonces ministro de Hacienda, Guillermo Perry, descartó repercusiones económicas para el país.
A finales de los 90s, Colombia era la única nación de América Latina que aparecía en el “club de los indeseables y descertificados” junto a Birmania, Nigeria, Afganistán, Siria e Irán. Ante esta situación, el entonces vicepresidente Humberto de la Calle pidió a Washington que reconsiderara la medida.
Tensiones políticas
La decisión de descertificar a Colombia en marzo del 96 tuvo parte de impulso en el proceso 8.000 en el que se investigó a Ernesto Samper por señalamientos de aceptar dinero de cárteles narcotraficantes para su campaña presidencial.
Los señalamientos de cercanía entre Samper y grupos narcotraficantes, fueron combustible para que la administración Clinton determinara que Colombia no podía seguir siendo certificada en la lucha antidrogas.
Por aquel entonces, distintos políticos estadounidenses respaldaron la decisión criticando “la cubanización de Colombia”.
La medida clave: suspensión de visa a Samper
A la ya deteriorada relación entre Colombia y Estados Unidos por cuenta de la mala imagen que tenía el presidente Ernesto Samper y la descertificación en la lucha contra las drogas se sumó el golpe final: la administración Clinton cumplió su amenaza de cancelar el visado a Samper porque “participó a conciencia en negociaciones con el narcotráfico”.
Entre las razones que aducía Estados Unidos, en palabras del portavoz del Departamento de Estado Nicholas Burns, se incluyó decir que había “certeza de que ingresaron dinero del narcotráfico en su campaña electoral” y aunque se hacía la salvedad de que era una “sanción personal, no contra el gobierno colombiano (...) Samper no es bienvenido en Estados Unidos”, la medida sí fue un golpe para el país.
Para el entonces ministro de Relaciones Exteriores, Diego Uribe Vargas, esto significó una venganza y “acto de intervencionismo” que resultaba ser “el golpe más humillante recibido por el pueblo colombiano”.
Con esta decisión, para el año 1996 ya eran cuatro los altos cargos colombianos afectados con retiro de visado: el procurador (quien estaba en prisión el narcoescándalo), el contralor (investigado por el mismo caso del narcoescándalo) y el exfiscal general y entonces embajador en México, Gustavo Degreiff.