La ausencia de dos vainillas y la bala que no cuadra en la escena del crimen de Juan Felipe Rincón

Ante el juzgado 5 penal de conocimiento de Bogotá, la Fiscalía solicitó formalmente la preclusión de la investigación contra de Andrés Camilo Sotelo, el único judicializado por el crimen de Juan Felipe Rincón Torres.

Se trata de un joven de 21 años, hijo del ex inspector de la Policía, general (r), William Rincón, asesinado en la mañana del 24 de noviembre de 2024 en el barrio Quiroga, al sur de la capital del país, en medio de una riña.

El ente acusador dice que no tiene evidencias para acusar a Sotelo Torres, quien inicialmente fue imputado por homicidio agravado. Que su arma no era apta para disparar y que quien disparó fue otra persona.

El escolta, patrullero Sergio Rico, esta siendo investigado por la Justicia Penal Militar.

El abogado Juan Felipe Criollo, representante del general (r) William Rincón, se opuso a que se archive la investigación al advertir que “no es cierto que la Fiscalía se encuentre en la imposibilidad de desvirtuar la presunción de inocencia por parte del señor Sotelo”.

Y, puso sobre la mesa nuevos hallazgos realizados por investigadores privados contratados por la representación de víctimas:

Fueron 8 disparos y solo se hallaron 6 vainillas, ¿dónde están las otras dos?

Este fue uno de los puntos cruciales que mencionó el abogado Criollo en su argumentación del por qué la investigación debe continuar.

Sostiene que la Fiscalía sólo encontró 6 vainillas en la escena del crimen y concluyó que son del proveedor del escolta de Juan Felipe, del patrullero Sergio Rico, a pesar de que se escucharon en videos 8 disparos.

Yo pregunto entonces, a este punto de la diligencia, ¿qué se sabe de esos otros dos disparos, señoría, que no se tienen identificados? Sobre ello nada se dijo, sobre ello nada se ha esclarecido y, como le digo, la conclusión de la Fiscalía de encontrar seis vainillas en el lugar de los hechos y decir que (...) son del proveedor del señor Rico"

¿Hubo una tercera arma? una bala no encaja

El otro hallazgo apunta a que de las 6 vainillas halladas por la Fiscalía sólo 5 coinciden con el arma del escolta de Juan Felipe Rincón, pero una sexta, de marca L84, no pertenece a su dotación oficial.

“Frente al proyectil de plomo referido por la señora fiscal, en el cual en el informe pericial de Medicina Legal del 13 de diciembre de 2024 se concluyó que correspondía ese proyectil a una pistola 9 milímetros, tal como fue recaudado en la audiencia, tratando de endilgar que por ser 9 milímetros iba a ir dirigido al hombre de protección y que por eso se encontraba la Fiscalía en una imposibilidad de desvirtuar la presunción de inocencia del señor Sotelo. Dicho proyectil puede tratarse de un arma, no solamente 9 milímetros, sino de un calibre punto 32 o calibre punto 38 o de calibre 765 y no exclusivamente a una 9 milímetros porque la medida principal que debía ser tomada para determinar el calibre del proyectil es el diámetro”, manifestó Criollo.

Agregó el abogado: “Frente a la prueba de residuos de disparo que se le hizo al señor Sotelo, debido a que el imputado ingresó en su momento al Hospital Tunal. La toma de residuos no se hizo inmediatamente, según lo que la investigación acredita, sino que, aparentemente, se realizó a las 4:33. Esta representación de víctima sabe que la toma fue posterior al 26 de noviembre; es decir, dos días después de los hechos. Lo supimos porque, el 25 de noviembre, la aparente pareja sentimental del señor Sotelo, la señorita Tatiana Vega, rindió una entrevista ante la Fiscalía General de la Nación, en donde le preguntaron por este tema”.

Con estos descubrimientos, se opone a la preclusión de la investigación contra Andrés Camilo Sotelo, el único judicializado por el caso.