Cómo se divide la herencia entre hijos y esposos en Colombia: costos del trámite según la ley y más
Tener un buen proceso de sucesión puede aliviar cargas emocionales y financieras para los seres queridos en momentos difíciles.
Herencia. Foto: Getty Images.
En principio, es importante considerar que conocer sobre sucesiones en Colombia es fundamental porque garantiza que el patrimonio de una persona fallecida sea transferido legalmente a sus herederos, evitando conflictos familiares y problemas legales.
Al comprender su importancia, usted puede proteger los derechos de los herederos y prevenir disputas por bienes que, sin claridad, pueden desencadenar largos procesos judiciales.
Adicionalmente, conocer este tema contribuye a tomar decisiones informadas sobre testamentos, donaciones o anticipos de herencia, lo que puede aliviar cargas emocionales y financieras para los seres queridos en momentos difíciles.
Asimismo, las sucesiones también están ligadas a impuestos, deudas y obligaciones, por lo que ignorarlas puede resultar en sanciones o pérdidas económicas. En coyunturas donde el acceso a la propiedad es determinante para la estabilidad económica, como en Colombia, asegurar una sucesión ordenada permite conservar el patrimonio familiar.
¿Cómo se divide la herencia entre hijos y esposos en Colombia?
Si los involucrados estaban casados bajo sociedad conyugal, la contraparte del fallecido tiene derecho al 50% de los bienes adquiridos durante el matrimonio. Si el muerto dejó un testamento, los términos deben respetarse, siempre y cuando no vulneren las porciones legales de los herederos forzosos.
En Colombia, las sucesiones comienzan con la liquidación de la sociedad conyugal si el difunto estaba casado o convivía legalmente. De esta manera, se determina qué bienes pertenecen a la sociedad y cuáles al patrimonio individual del causante. De ese patrimonio individual se conforma la masa sucesoral que será repartida.
Dado el caso de que existan hijos, ellos acceden en primer orden. La totalidad de la masa sucesoral se divide en partes iguales entre todos los descendientes. En este escenario, el cónyuge no hereda directamente, salvo que haya testamento que así lo disponga.
Por otro lado, el cónyuge sí recibe derechos por la sociedad conyugal: la mitad de los bienes gananciales, no de la herencia del causante, como se explicó anteriormente. Además, puede optar por la porción conyugal, equivalente a la legítima rigurosa, la misma parte que correspondería a un hijo, en el caso de que demuestre la necesidad económica.
En ausencia de hijos, pero con cónyuge y padres, la herencia se reparte ‘por cabezas’ entre ambos según el segundo orden; si solo hay cónyuge y hermanos, el cónyuge recibe la mitad, y la otra mitad se divide entre hermanos. Así, el proceso combina la liquidación patrimonial previa y la aplicación del orden legal sucesoral, donde la descendencia tiene prioridad absoluta.
¿Cuánto puede valer hacer este tipo de trámites?
El costo de una sucesión en Colombia varía según su modalidad, notarial o judicial, y el patrimonio involucrado, por lo que los datos presentados, se hacen con proyecciones aproximadas y no son exactos.
Por vía notarial, los gastos incluyen: derechos notariales, que son aproximadamente el 0.35 % del valor de los bienes; publicación de edictos; copias de escrituras; impuesto de beneficencia, que tiende a ser el 1 % del valor catastral; y registro público, alrededor del 0.8 %. Si el patrimonio supera ciertos montos, se requiere la intervención de un abogado.
En estos casos, los honorarios legales oscilan en la vía notarial entre 4 y 6 salarios mínimos legales vigentes, aumentando según el número de herederos o el valor de los bienes. En procesos judiciales, suelen ir aproximadamente del 5 % al 10 % del patrimonio, o entre 12 y 30 salarios mínimos, dependiendo de la complejidad del caso y los acuerdos establecidos entre partes.
Finalmente, los herederos deben pagar un impuesto de ganancia ocasional del 15 % sobre lo recibido. En sucesiones ilíquidas, es obligatorio mantener al día el RUT y las obligaciones fiscales del fallecido hasta la adjudicación, lo que incluye declarar renta e IVA si aplican. Es importante planear con anticipación y dejar por escrito los honorarios pactados para evitar costos imprevistos o disputas posteriores; cada caso es diferente, por lo que se recomienda tener asesoría legal, para hacer un proceso transparente y con claridad.