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Descubren que este crustáceo gigante habita el 59% de los océanos y no es tan raro como se creía

Se trata de un extraño animal que podría habitar más de la mitad de los océanos del planeta. Su distribución global desafía la idea de que es una especie rara.

Alicella gigantea // de: royalsocietypublishing.org

En lo más profundo de los océanos, en zonas donde la luz del sol nunca llega, vive una criatura que ha despertado la curiosidad de científicos por más de un siglo. Se trata del Alicella gigantea, un crustáceo marino conocido por ser el anfípodo más grande del mundo.

 Aunque durante años se pensó que era una especie extremadamente rara, un nuevo estudio internacional acaba de demostrar que en realidad está presente en una gran parte del planeta.

Este crustáceo gigante puede medir hasta 34 centímetros de largo, lo cual es impresionante si se tiene en cuenta que la mayoría de los anfípodos apenas alcanzan unos pocos milímetros. Fue descubierto en 1899, pero desde entonces se han registrado muy pocas observaciones, lo que alimentó la idea de que era una especie escasa y difícil de encontrar. Sin embargo, esa percepción está cambiando gracias a nuevas investigaciones científicas.

Un hallazgo en lo profundo

El nuevo estudio, liderado por un grupo internacional de investigadores y publicado recientemente, recopiló 195 registros confirmados del Alicella gigantea en 75 lugares diferentes del mundo. Los hallazgos fueron posibles gracias a nuevas tecnologías de exploración submarina y al uso de robots de descenso que lograron capturar imágenes y muestras en zonas oceánicas de difícil acceso.

Estos registros se concentran especialmente en las profundidades del océano Pacífico, pero también hay muestras del Atlántico y el Índico. En cambio, no se han encontrado rastros del Alicella gigantea en los océanos Ártico o Antártico, por ahora.

Según el análisis genético realizado por los expertos, este animal habita las llamadas zonas abisales y hadales, que comprenden profundidades de entre 3.000 y hasta más de 10.000 metros.

Son áreas remotas, frías y con presiones altísimas, lo que dificulta su estudio. Sin embargo, la información genética recopilada a través de tres genes (dos mitocondriales y uno nuclear) permitió establecer que esta especie tiene una distribución más amplia de lo que se pensaba.

¿Qué significa esto?

El hallazgo cambia por completo la forma en que los científicos comprenden la vida en el fondo del mar. Hasta ahora, el Alicella gigantea era considerado raro por su tamaño y por la escasez de registros. Pero el estudio demuestra que, si bien su densidad poblacional puede ser baja, se encuentra en una gran parte del planeta. Es decir, no es un animal raro, sino difícil de encontrar por vivir en zonas extremas que rara vez se exploran.

Los investigadores afirman que este crustáceo podría estar presente en alrededor del 59% de todos los océanos del mundo. Esto lo convierte en una de las especies de anfípodos de distribución más amplia que se conoce.

Los científicos también plantean una pregunta interesante: ¿realmente estamos hablando de una sola especie con una distribución global, o podrían existir diferentes especies similares en distintos océanos? Para responder esto, se necesitarán más estudios y más exploraciones en el fondo del mar.

Un futuro de más descubrimientos

El estudio fue posible gracias a la colaboración de varios equipos científicos de expediciones como Five Deeps, Ring of Fire y Trans-Pacific, que han mapeado zonas antes inexploradas del fondo marino. Usaron vehículos submarinos no tripulados, cámaras de alta definición, y trampas con cebo para atraer a estos animales gigantes.

Los ejemplares capturados fueron analizados genéticamente y preservados en condiciones especiales. A partir de los resultados, se construyeron mapas de distribución y árboles genéticos que ayudan a entender la evolución y adaptación del Alicella gigantea.