Mujeres, protagonistas del emprendimiento mundial, pero con brechas qué superar
En las dos décadas recientes la actividad emprendedora femenina aumentó un 76%, hoy son alrededor de 274 millones de emprendedoras, pero siguen enfrentando dificultades para consolidar sus negocios, según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM).

Cali, Valle del Cauca
En Cali, también sobresalen por su empeño, pero venden mucho menos que los hombres y el 69.4% de las emprendedoras dedican más de ocho horas diarias a tareas domésticas no remuneradas, según cifras del Índice de Equidad de Género, IEG.
En el marco del Día Mundial del Emprendimiento, 16 de abril, la Fundación WWB Colombia analizó el panorama actual, los logros y desafíos. Testimonios de emprendedoras.
Panorama actual
De los 582 millones de emprendimientos que hay en el mundo, 274 millones son liderados por mujeres, de acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor (GEM). América Latina es la región más emprendedora del planeta. En Colombia, durante el 2024 se registraron 297.475 nuevas empresas, según Confecámaras, de las cuales, el 72,3% fueron creadas por personas naturales, mientras que el 45% de esas nuevas empresas generaron al menos un empleo.
En Cali, en tanto, de acuerdo con datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), viven 2.3 millones de personas, de las cuales el 44% residen en Cali, y de ellas, 1.1 millones están ocupadas: 832 mil como empleados y 268 mil, liderando su propio micronegocio. Para analizar el panorama local, la Unidad de Analítica de la Fundación WWB Colombia, realizó el informe ‘Las mujeres emprendedoras: impulsoras clave del desarrollo económico en Cali y la región’ que resalta, por ejemplo, que “a pesar de enfrentar barreras significativas como la carga del cuidado no remunerado y la brecha de ingresos, las mujeres siguen siendo agentes de transformación en la economía local y nacional. Su resiliencia, innovación y liderazgo no solo fortalecen el tejido empresarial, sino que también generan impactos positivos en la comunidad”.
El informe enfatiza, además, que las mujeres enfrentan una significativa brecha de ingresos, pues en promedio, lo que perciben es un 37.7% menor en comparación con los de sus pares masculinos. Sin embargo, cabe destacar que sus negocios generan ventas anuales promedio de $1.3 millones y, en conjunto, aportan $4.31 billones al valor agregado de la ciudad.
Cali siempre ha sido una región donde el emprendimiento es muy importante, como fuente de ingresos para toda la población. El Dane nos da una cifra de alrededor de 268 mil pequeños negocios que se encuentran en la ciudad. Los hombres hoy por ejemplo están vendiendo casi dos veces más que las mujeres. Queremos y sabemos que el tejido empresarial está constituido fundamentalmente por mujeres, pero estas mujeres no logran el nivel de ventas requerido lo que se debe analizar
— Johana Urrutia, directora de Programas de la Fundación.
De acuerdo con datos del Índice de Equidad de Género (IEG), el 42.6% de los micronegocios en Cali son propiedad de mujeres, lo que evidencia su protagonismo en la economía local. De hecho, el 68.9% de estas mujeres son el principal sustento económico de sus hogares, aportando más del 50% de los ingresos familiares, es decir en promedio, cada una impacta la vida de 3.4 personas, lo que se traduce en aproximadamente 122 mil personas que dependen de estos negocios, reforzando su papel esencial en la estabilidad financiera de la región.

Derly Viera es gerente y propietaria de Jiret, un negocio de alimentos y refrigerios para eventos y ocasiones especiales. Ella es consciente del desafío que representa equilibrar sus labores de cuidado en el hogar con el desarrollo de su negocio. En Cali, el 69.4% de las mujeres emprendedoras dedican más de ocho horas diarias a tareas domésticas no remuneradas, según cifras del Índice de Equidad de Género, IEG, lo que limita su capacidad para expandir sus negocios. A nivel nacional, se estima que si este trabajo doméstico no remunerado se valorara económicamente, representaría el 21% del PIB.
Cuando yo cocino, siento que tengo algo por qué luchar, que puedo compartir con las demás personas y me hace sentir viva y que vale la pena seguir adelante y esforzarnos por nuestros niños
— Derly Viera, gerente y propietaria de Jiret
Nataly Ibargüen es otra emprendedora, propietaria de Quilombo, una iniciativa que rescata los sabores ancestrales de la cocina del pacífico colombiano.
Ser mujer emprendedora es desafiante porque eres mamá, hija, esposa, y te cargas de muchas cosas, no solamente dirigís un emprendimiento sino que también dirigís una cantidad de cosas en tu vida. Para mí llegar al punto de delegar me costó, porque antes pensaba que yo podía ser multitarea
— Nataly Ibargüen, propietaria de Quilombo
El acceso limitado a financiamiento representa otro obstáculo importante, según cifras de la Corporación Financiera Internacional (CFI), a nivel mundial se calcula que el 40% de las micro, pequeñas y medianas empresas formales (pymes) de los países en desarrollo se enfrentan a un déficit de financiación anual de 5,2 billones de dólares. Por otra parte, el informe de la Unidad de Analítica de la Fundación WWB Colombia, revela que solo el 16.6% de las mujeres en Cali logra acceder a crédito formal, lo que restringe su capacidad de crecimiento. Esta inequidad financiera se refleja también en el Índice de Equidad de Género (IEG), donde el Valle del Cauca ocupa el puesto 15 en el pilar de mercados, destacándose la desigualdad en el acceso a servicios financieros y oportunidades económicas.

A pesar de estas barreras, las mujeres emprendedoras han demostrado una notable capacidad de adaptación, pues el 74.9% de sus negocios tiene acceso a internet, y el 28.3% ha apostado por la digitalización y el comercio electrónico para expandir su alcance y mantenerse competitivas en el mercado. Su capacidad de innovación fortalece el ecosistema empresarial y fomenta un crecimiento económico más inclusivo.
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Otros desafíos: darse a conocer
“Otros de los retos que hemos tenido es cómo darnos a conocer y formalizar nuestro emprendimiento” afirma Derly, quién gracias a Conexiones Comerciales de la Fundación WWB Colombia, pudo conectar con grandes clientes como Andina Seguridad del Valle, Globant y Alkosto, lo que impulsó la formalización y expansión de su negocio, y transformó su visión empresarial permitiéndole empoderarse, y generar un impacto positivo en su vida y en la sociedad.
Cuando una empresa opta por comprarle a emprendedores está impactando nuestra sociedad, está logrando que muchas familias, que muchos hombres, que muchas mujeres puedan crecer y puedan seguir impactando. Generamos empleo, impactamos esta sociedad, la región y Cali
— Derly Viera, gerente y propietaria de Jiret

El panorama mundial
Durante los últimos 25 años, las mujeres han asumido un papel cada vez más activo en la economía global a través del emprendimiento. Así lo confirma el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) Women’s Entrepreneurship Report 2023/24, que revela un crecimiento sostenido en la participación femenina en startups, negocios consolidados e innovaciones de alto impacto. Pero también deja claro que persisten obstáculos estructurales que frenan su potencial.
En 2023, una de cada diez mujeres a nivel mundial estaba comenzando un nuevo negocio. La actividad emprendedora femenina aumentó un 76% en los últimos 20 años (pasando del 6,1% al 10,4% en 30 países analizados). Las mujeres representaron uno de cada tres emprendimientos de alto crecimiento y dos de cada cinco startups con foco exportador. Colombia, junto a China, Ecuador, Lituania y Tailandia, se encuentra entre los países donde las mujeres emprenden más que los hombres.

Este avance no es menor: el informe evidencia que las mujeres están cada vez más involucradas en la creación de empresas con impacto económico, social y ambiental. Aunque las mujeres están emprendiendo más, la brecha de sostenibilidad persiste: solo una de cada 16 mujeres tiene un negocio consolidado (de más de 42 meses), frente a uno de cada 10 hombres. Además, en promedio, las mujeres tienen 21% menos probabilidad de cerrar sus negocios que los hombres, lo que indica mayor estabilidad entre quienes logran superar las primeras etapas. Sin embargo, enfrentan mayores barreras para crecer, acceder a financiamiento y participar en sectores estratégicos como tecnología y minería.
El informe destaca que, pese a las dificultades, las mujeres son más propensas a adoptar prácticas de sostenibilidad y a reinvertir en sus comunidades. Un ejemplo inspirador es Aya Laraki, fundadora de Cuimer, en Marruecos, quien creó una empresa que transforma pieles de pescado en cuero sostenible, reduciendo residuos y ofreciendo alternativas éticas al mercado de la moda.
Finalmente, frente al panorama del emprendimiento femenino, el informe recomienda: visibilizar modelos de éxito, especialmente en sectores donde las mujeres están subrepresentadas; mejorar la recolección de datos desagregados, para entender mejor las barreras específicas; ofrecer formación inclusiva: con programas STEM y mentorías especializadas y ampliar el acceso a capital: con políticas de crédito justas, redes de inversión y leyes antidiscriminación.