Yoko nos dejó lecciones de conservación y respeto animal
El caso de Yoko debe ser la inspiración para poner fin “al maldito tráfico de fauna silvestre”

Directo
Yoko nos dejó lecciones de conservación y respeto animal
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Yoko nos dejó lecciones de conservación y respeto animal fotos: CREDITO CARDER
El director de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda CARDER, Julio César Gómez, comentó en diálogo con Planeta Caracol las reflexiones y lecciones que nos dejó el chimpancé Yoko, tras su traslado de Colombia al Santuario de Grandes Primates en Sorocaba, Brasil.
El director de la CARDER lamentó que “la vida de Yoko haya sido muy miserable desde su adolescencia. Conocí el caso de Yoko desde cuando tenía dos años (hoy tiene 38), Fue víctima del tráfico de fauna silvestre y sacado desde su África natal, para llegar a Colombia a pasar de mano en mano, de finca en finca. En unos parajes de Risaralda fue abandonado por unos narcotraficantes del norte del Valle. Luego termina en manos de un circo venezolano y regresa nuevamente a Colombia hace unos 10 años, altamente humanizado”.
Le puede interesar:
Julio César Gómez precisó que “Yoko durante toda su vida aprendió a montar bicicleta, a comer sus alimentos con cubiertos, aprendió a baliar, a pintar con crayones sobre papel y lieenzo, Yoko aprendió a ver televisión y tenía canales favoritos, le encantaba el dulce y sabía jogar fútbol con un balón. Vestía sudaderas. Montaba a caballo y moto. Además le enseñaron a fumar”. Todas estas conductas lo convirtieron en un chimpancé humanizado y los equipos veterinarios lo atendieron durante los últimos años para que esté en condiciones de convivir con otros primates.
El traslado de Yoko al Santuario de Grandes Primátes en Sorocaba, Brasil, tuvo como objetivo central lograr que Yoko comenzara a sentirse, reconocerse y vivir como chimpancé. En este lugar Yoko luego de surtir un proceso de adaptación podrá convivir con otros 50 grandes primates. El director de la CARDER destacó la importancia del proyecto de Ley Yoko que fue radicado por la senadora Andrea Padilla con el que se prohíba en Colombia el ingreso de fauna silvestre exótica (de otras regiones del planeta). La idea potenciar un ejercicio de conservación con la fauna de los andes occidentales por ejemplo, resolver los problemas que enfrentan las Dantas y los Osos Andinos, que son especies muy amenazadas.
El director de la CARDER, Julio César Gómez, explicó que “hemos venido siguiendo el proceso de readaptación de Yoko en su nuevo hogar en Sorocaba, su alimentación y a su condición de salud”. Además reveló que “Yoko ya tuvo un primer contacto con Cecilia, una chimpancé que fue rescatada de un zoológico en Argentina a través de un Hábeas Corpus, convirtiéndose en el único caso del mundo con esa figura legal. Pero conocimos imágenes donde Yoko y Cecilia a través de una rejilla de tomaban de las manos, su primera nueva mejor amiga”.
Los chimpancés son nuestros primos hermanos, desde el punto de vista de la evolución ellos tienen el 99.99% del ADN nuestro. Por esta razón fue un gesto de humanidad con Yoko coordinar durante años el proceso para llevarlo donde debe estar, en el Santuario de Grandes Primates de Brasil. Por eso Yoko debe ser la inspiración para poner fin “al maldito tráfico de fauna silvestre”.
El funcionario describió que “Yoko está actualmente en un espacio de 8 mil metros cuadrados, a través de los olores reconoce que está en una zona con otros primates ganando confianza, en la noches ingresa a un sitio adecuado para que descanse y duerma. En ese lugar los veterinarios de Sorocaba lo monitorean y llevan los registros correspondientes sobre los avances de su readaptación. Allí se le respetan todos sus derechos de sujeto animal”.
“Yoko se volvió un referente de país, el último gran primate en cautiverio que estaba en Colombia. Yoko logró que se sumaran la senadora Andrea Padilla, la DIAN, la Fuerza Aérea, Avianca, el ICA, al gobierno nacional, al Santuario de Grandes Primates de Sorocaba, a Luis Domingo Gómez que lidera el proyecto de Gran Simio en Colombia, al Bioparte Ukumarí y a la CARDER y Pedro Pozas Terrados, director ejecutivo del Proyecto Gran Simio”, anotó Julio César Gómez.