Financiación y banco de primer piso, ¿qué viene para el Icetex?
Panelistas analizaron las dificultades que enfrenta Icetex, la falta de presupuesto, el efecto sobre todo el sistema educativo y lo inconveniente que resultaría convertir a la entidad en un banco tradicional.
En Hora20 una mirada a fondo al Icetex, las dificultades financieras, las demoras en los giros y al tiempo el panorama de incertidumbre para los nuevos estudiantes el próximo año. Hablaremos también del manejo del actual gobierno a la entidad y lo que implicaría convertir el Icetex en un banco de primer piso, es decir, pasar a ser un banco tradicional.
Lo que dicen los panelistas
Francisco Cajiao, filósofo, magíster en Economía, exsecretario de Educación de Bogotá, columnista en El Tiempo, exrector de la Universidad Pedagógica y Universidad Distrital, planteó que de tiempo atrás el Icetex venía con unas dificultades generadas por deudores y con dificultades muy serias para ponerse al día con sus acreencias, “desde el gobierno anterior se venía haciendo un esfuerzo por buscar nuevas modalidades para organizar la estructura crediticia porque se había llegado a unas formas muy complejas donde se estaba arruinando a muchos estudiantes, entonces creo que esa es una crisis que venía de atrás”. Resaltó que este gobierno no se ha mostrado amigo del Icetex desde el comienzo, “entonces las demoras que se hacen en un determinado momento para asignar los recursos y la inexperiencia de los funcionarios muestran que sea por descuido o sea por ignorancia o por una voluntad explícita, el Icetex ha sido puesto en dificultad”.
Recordó que cualquier joven que quiera estudiar una carrera profesional y no logre un cupo en la universidad pública no le queda otro remedio que buscar acceder a la educación privada, “resulta que el 70% de los usuarios de Icetex son chicos de estratos 2, 3 y 1″, con lo cual, señaló que muchos no logran ir a la universidad pública porque la oferta no es suficiente y la universidad pública, por razones que todos podemos entender, sobre todo las de más alto nivel, son selectivas.
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Para Claudia Restrepo, rectora de la Universidad EAFIT y columnista en El País América, el periódico global, como todo mecanismo o instrumento que se diseña para promover política pública, en este caso acceso a la educación superior, el Icetex tiene un montón de retos, “en el gobierno anterior se avanzó mucho en una transformación para modernizar el Icetex, que desafortunadamente no logró como llegar a luz. Después de eso, ha habido cambios que han tratado de ayudar a partir de la colaboración de las universidades, por ejemplo, con universidad solidaria”. Sin embargo, dijo que el ánimo de refundar es como destruir un mecanismo sin tener claro con cuál lo vamos a resolver, “es dejar un poco a la deriva a un montón de jóvenes que primero están atemorizados porque no había sostenibilidad, aunque hoy ya tenemos un escenario un poco más claro para ellos”.
De otro lado, planteó que hoy el país tiene dos problemas, “uno de ellos son los cupos, la capacidad y que las universidades públicas aumenten significativamente los cupos para poder tener mayor acceso para los jóvenes. Hay una segunda realidad, es que en este momento nosotros estamos en el país en un bono demográfico, es que nosotros todavía hoy tenemos un buen número de jóvenes”. Por último, dijo que el asunto de que toda tiene que ser la educación pública, “olvida que este país por mucho tiempo ha permitido el desarrollo y la libertad de los jóvenes para estudiar en un modelo cuando no hay cupos en la universidad pública”.
Manuel Acevedo, expresidente del Icetex y exrector de la Universidad CES, planteó que el gobierno está tremendamente confundido porque no entiende el mecanismo y confunde la entidad con los programas, “una cosa es que el Icetex es una entidad que tiene una naturaleza financiera especial dada por la ley, un vehículo que lleva en su interior los programas”. Con lo cual, explicó que los programas son finalmente lo que los estudiantes y las instituciones de educación superior reciben, que es distinto el vehículo de los programas, “cuando el Icetex tiene una misionalidad, conseguir unos recursos que se pueden derivar posteriormente en créditos individuales para que estudiantes que libremente acceden a una institución de educación superior que les pide el pago de matrícula, pero ellos no lo tienen, lo que hace es entregarles el recurso al estudiante”. También detalló que la nación asume el compromiso de pagarles la tasa de interés y hay un procedimiento para hacer ese pago, “el Ministerio de Educación pone en el presupuesto del año siguiente el monto que se requiere para poder suplir todas esas tasas de interés subsidiadas que asume, más el valor de los fondos en administración que le dice el Icetex que gestione”.
De otro lado, dijo que el anuncio de Icetex de garantizar la continuidad de 140 mil usuarios, es lo mínimo que se debe hacer, “hay que garantizarle a un estudiante que ya inició su proceso de formación, que va en tercer semestre, en séptimo, en noveno, que va a poder continuar hasta la culminación exitosa de sus estudios”.
Por último, Andrés Hoyos, cofundador y director de El Malpensante, escritor y columnista, aseguró que las siete décadas que lleva el Icetex ha beneficiado a cinco millones de colombianos “el Icetex puede, cómo no, rebajar el costo, se puede también ofrecer alternativas y construir otro puente, pero no tirarlo al piso y pretender que por allá más adelante, quién sabe cuándo, vamos a resolver el problema”. Enfatizó en que el Icetex tiene numerosísimos usuarios satisfechos, “la educación superior es de muy lejos el mejor ascensor social que existe. La educación superior en un país como Colombia puede ser vista como un privilegio, no un derecho universal, porque simplemente no todas las personas que se gradúan de bachillerato tienen acceso a la educación superior, y hay la educación técnica”.
También detalló que este es un tema económico, “en general los gobiernos anteriores, pero en particular éste, andan en un déficit brutal, reciben menos de lo que necesitan en impuestos. Y ante eso, pues no hay de otra que dar brincos y hacer locuras. Me parece que la locura de desfinanciar el Icetex y tratar de marchitarlo es una mala idea”.