Valdivia: guerrilleros de ELN utilizan casas de campesinos para esconderse en los combates

Valdivia, Antioquia

Durante este año han sido muchos los combates registrados entre las disidencias y ELN contra el Clan del Golfo en zona rural de Valdivia, Norte de Antioquia, especialmente en los límites con Yarumal y Tarazá en las veredas Raudal Viejo, Lejanías y Doradas Altas, entre otras cercanas. En estas zonas los ilegales siguen involucrando a los campesinos en el conflicto.

CARACOL RADIO se comunicó con personas de Valdivia, quienes relataron solicitando la reserva de la identidad que, durante los combates, especialmente el grupo ilegal ELN utiliza las casas de los civiles como escondite. Además, que también los obligan a transportar heridos y muertos caídos en combate. Lo que los pone en un inminente riesgo, ya que si los enemigos, es decir el Clan del Golfo, se entera, son víctimas de represalias calificadas como colaboradores. Situación que es rechazada por los campesinos, quienes solicitan que los dejen por fuera del conflicto con el que buscan controlar el territorio a sangre y fuego.

La otra queja es que, cuando los ilegales se enfrentan, ellos alertan de inmediato a las autoridades, pero estas se tardan demasiado en llegar a los territorios o no acuden a salvaguardar la integridad de los campesinos. Dicen que la fuerza pública lo hace para evitar entrar en combate con los ilegales.

Recordemos que actualmente el gobierno nacional solo tiene cese al fuego con las disidencias comandadas por alias ‘Calarcá Córdoba’ se trata de los bloques Magdalena Medio, Comandante Gentil Duarte y Comandante Jorge Suárez Briceño, y con el frente Raúl Reyes. Pero con el ELN ni con el Clan del Golfo está firmado ese acuerdo, por ello solicitan mayor acompañamiento de la fuerza pública ante estas vicisitudes que los ponen en constante riesgo.

¿Qué sucede con los cadáveres?

Esa es una de las preocupaciones de los campesinos, quienes indican que cada que hay un combate son muchos los cadáveres de ilegales los que quedan esparcidos por el territorio. Pese a que observan como los animales carroñeros se comen los cuerpos, no pueden moverlos ni sepultarlos sin la autorización de los grupos y cuando lo hacen es de manera obligada. Indican que debido a este conflicto hay muchas fosas comunes en la zona donde finalmente quedan sepultados ante la imposibilidad de moverlos hacia la zona urbana. Aseguran también que son muchos los restos que permanecen en estos lugares y nadie ha podido moverlos para que sus seres queridos sepan de ellos y los sepulten. Esta situación permite entender la crudeza de la guerra que afrontan los territorios en disputa y que dicha información poco o nada trasciende de manera pública debido al temor. Prefieren seguir trabajando, realizando sus labores agrarias, que inmiscuirse más de lo que les toca de manera obligada, el miedo es más fuerte.

Economía

Las fuentes también comentaron que debido a esta problemática, el subregistro indica que el número de núcleos que han decidido abandonar el territorio es de unas 40 familias solo este año. Algunas veredas ya están quedando solas. Pero lo que está sucediendo es que algunas personas salen por amenazas, pero la mayoría lo hacen porque la economía en la zona está bastante golpeada debido a que los ilegales no están comprando la hoja de coca por el alto control que están ejerciendo las autoridades. En ese sentido, en la zona también se practica la minería artesanal y ante los operativos contra ellos, ese renglón informal de la economía también se ha visto afectado.

Aseguran que, incluso algunas familias que han decido quedarse para no abandonar sus fincas, de manera voluntaria han decidido paulatinamente ir cambiando los cultivos ilícitos por los de pan coger. Esto, debido a que el gobierno nacional les ha incumplido a los campesinos que se registraron en el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS).

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Precisamente, el frente de Guerra Darío Ramírez Castro del ELN en un comunicado del pasado 9 de noviembre reconoció la autoría del ataque con fusil al helicóptero de la policía que había descargado uniformados de antinarcóticos en la vereda Tenche Salino de Anorí. En ese momento el gobernador de Antioquia Andrés Julián Rendón había asegurado que la aeronave había sido impactada durante operativos contra los grupos ilegales de la zona, lo que fue negado por los campesinos quienes mediante el representante de la Coordinadora Nacional de Cultivadores y Cultivadoras de Coca Amapola y Marihuana en Antioquia (COCCAM), aseguró que los uniformados habían llegado al sitio donde pretendían realizar la destrucción de varios ranchos donde los campesinos cultivadores de hoja de coca la almacenan, aunque reconocen que en la zona hay presencia de los ilegales, como el ELN y disidencias, recalcaron que el operativo era contra los campesinos y no contra las estructuras ilegales.