Ni vinagre ni limón: Truco sencillo para eliminar el sarro en grifos de los baños
Este procedimiento se puede efectuar con implementos fáciles de conseguir, no deje que el sarro dañe sus grifos.
Grifo con sarro, imagen de referencia (Getty Images). / Serhii Ivashchuk
Es común que los grifos de su casa, tarde o temprano, se llenen de sarro, aunque es desagradable, es completamente normal. No obstante, su presencia llega a ser molesta por distintas razones.
Una de las más predominantes es la afectación estética que puede llegar a tener sobre los grifos. El sarro puede opacar y decolorar su superficie, lo que resulta en un ambiente poco atractivo y hasta repulsivo. Si no se controla a tiempo, puede desgastar los componentes internos de los grifos, acortando su vida útil.
También hay que tener en cuenta que el sarro puede obstruir el flujo de agua, lo que disminuye la presión y puede causar goteos, afectando así el funcionamiento de la grifería y aumentando las posibilidades de que crezca un refugio para bacterias y otros microorganismos.
¿Qué es bueno para prevenir el sarro?
La mejor manera de prevenir el sarro es hacer limpiezas regulares. Puede utilizar productos específicos diseñados para eliminar el sarro. También es importante secar bien los grifos después de cada uso con un paño suave para evitar la acumulación de humedad.
Adicionalmente, puede revisar y reemplazar el sistema de funcionamiento del grifo para prevenir goteos. La ventilación puede ayudar a reducir la humedad, lo que a su vez minimiza la formación de sarro.
Otro punto es evitar el uso excesivo de agua caliente. En últimas, puede considerar la instalación de un filtro de agua, que contribuirá a reducir la cantidad de minerales responsables de la formación de sarro.
¿Cuál es el mejor truco para eliminar el sarro de los grifos del baño?
Para este procedimiento, necesitará bicarbonato de sodio, sal, jugo de limón o ácido cítrico, una esponja suave, un paño y agua tibia.
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A continuación, deberá mezclar en un envase, una cucharada de bicarbonato de sodio, una cucharada de sal y el jugo de medio limón (o una cucharadita de ácido cítrico).
Luego, con un poco de agua tibia, forme una pasta con la mezcla anterior. Aplique la pasta sobre las zonas afectadas por el sarro, frotando con una esponja.
Deje que la mezcla actúe entre 15 y 20 minutos. Después, retire la pasta con agua tibia y frote con un paño suave para eliminar cualquier residuo.
Este método suele ser efectivo porque el bicarbonato de sodio actúa como abrasivo; la sal refuerza la acción abrasiva y ayuda a eliminar las manchas; y el jugo de limón o ácido cítrico, proporciona la acidez necesaria para disolver el sarro.
Finalmente, se recomienda también se recomienda secar los grifos después de cada uso y limpiar frecuentemente con agua y jabón suave. Si hay mucho sarro y está difícil de remover, puede repetir el proceso varias veces.
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