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Volver a Venezuela: la meta imposible ante la crisis electoral

Pese a la emoción registrada a lo largo de la jornada electoral por el impulso que logró la oposición, la falta de un ganador oficial hace que los venezolanos en el exterior pierdan la esperanza de volver a su país.

Volver a Venezuela: la meta imposible ante la crisis electoral

Cuando Nicolás Maduro fue proclamado ganador de las elecciones, José Ochoa empezó a alistar maletas para caminar desde Colombia hacia Estados Unidos por la selva del Darién. Como a otros migrantes, la esperanza de volver a Venezuela se le esfumó tras los comicios.

Ochoa, de 38 años, confiaba en el triunfo de la oposición el 28 de julio para volver a su natal estado de Carabobo (centro-norte), cuatro años después de salir de Venezuela huyendo de la crisis económica.

Pero en medio de denuncias de fraude, Maduro fue reelegido para un mandato hasta 2031, en un país del que han salido más de siete millones de personas, según la ONU. De ellos, tres millones han llegado a Colombia, el principal receptor.

“Voy a tomar camino hacia Estados Unidos (...) no quería hacerlo pero es una dura decisión”, dijo Ochoa en Madrid, un municipio cercano a Bogotá.

Allí vivía solo en una pequeña habitación. Cuando la AFP lo visitó, días después de las elecciones, ya había vendido la cama y una bicicleta en la que se movilizaba hasta su trabajo en un campo de flores. Tenía preparada una mochila con ropa para afrontar el viaje de unos 15 días.

La líder opositora venezolana María Corina Machado ha alertado de una “ola” de migración sin precedentes si Maduro continúa en la presidencia. Después de la entrevista, se perdió contacto con Ochoa.

El fin de la esperanza

El día de los comicios Ochoa se sintió “muy molesto”. “No le voy decir que me puse a llorar, pero sí me dio mucha rabia porque todos teníamos la esperanza de que esto cambiara”, confesó.

Pese a la presión de organismos multilaterales y varios países para que revele las actas de las votaciones, la autoridad electoral aún no publica los resultados aduciendo un supuesto jaqueo al sistema de escrutinio.

Un triunfo del opositor Edmundo González Urrutia hubiera motivado a Ochoa para regresar a casa y reencontrarse con su padre. Su madre y una hermana murieron en su ausencia. Ahora enfrentará los peligros de cruzar el Darién, una selva que divide a Colombia de Panamá donde operan paramilitares y bandas de ladrones.

Para Ronal Rodríguez, del Observatorio sobre Venezuela de la Universidad del Rosario, “ya estamos teniendo” una nueva ola migratoria que agravará la situación humanitaria en ese inhóspito corredor.

En 2023, más de medio millón de migrantes cruzaron esa jungla según cifras oficiales panameñas, la mayoría de ellos son venezolanos.

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¿Es útil la presión internacional?

Tras 25 años del chavismo en el poder de los cuales 11 han sido de mandato de Nicolás Maduro, se reconoce que en distintas ocasiones líderes de la región han asegurado que la presión tiene frutos, uno de ellos fue el expresidente colombiano Iván Duque quien aseguró que “la dictadura de Nicolás Maduro tiene las horas contadas” y Venezuela sigue sin lograr un cambio de gobierno.

Pese a esta perspectiva, Andrés Felipe Agudelo, profesor del programa de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, quien destacó que toda esta presión sí tiene efectos reales:

“El hecho de que el régimen no caiga de manera inmediata no significa que no funcione. Gracias a la presión política se llevan a cabo los Acuerdos de Barbados, gracias a la presión política se llevó a cabo esta elección del 28 de julio, gracias a la presión política en años anteriores una figura parlamentaria llegó a ocupar de manera interina la presidencia de Venezuela. Lo que pasa es que el régimen chavista muchas veces se ha subestimado (...) Así que el papel de la presión política ha funcionado así los resultados inmediatos quizá no sean los deseados por la oposición y por los contradictores del chavismo”, explicó Agudelo.

“Morir en Venezuela”

Mientras los gobiernos de México, Colombia y Brasil intentan mediar entre Maduro y la oposición para solucionar la crisis desatada tras las elecciones, los migrantes en el sur del continente se mantienen a la expectativa.

“Estoy aquí con un ansia de que cambie todo allá y volver pronto. Quiero recobrar mi vida en Venezuela”, suplicó Alba Olivero, de 70 años, en Montevideo.

En la capital uruguaya, Olivero no puede cobrar la jubilación de unos 25 dólares mensuales, pues el gobierno venezolano rompió en 2015 el convenio que regía para eso. “En cuanto caiga el gobierno de Maduro me vuelvo para ayudar en la reconstrucción” del país, sostuvo. Quiero “vivir y morir” en Venezuela.