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Saquen a la población civil de todas las afectaciones: monseñor Barreto sobre paro armado

El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Juan Carlos Barreto, se solidarizó con la población del Chocó y le pidió al ELN respetar el derecho humanitario

La Comisión Pastoral Social de la Conferencia Episcopal se pronunció sobre el paro armado del ELN en el departamento del Chocó, que ha tenido a más de 50.000 familias confinadas en el territorio, especialmente a las comunidades los ríos San Juan y Cajón.

“Pedirle a los grupos armados que operan en el Chocó, concretamente el ELN y el Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), que respeten el derecho internacional humanitario y saquen a la población civil de todas las afectaciones que las tienen por esa lucha armada que ellos sostienen allá”, aseguró el presidente de la Comisión Pastoral Social, monseñor Juan Carlos Barreto.

Asimismo, monseñor le hizo un llamado al gobierno nacional para que intervenga en esta situación mediante el decreto 749 del 2018 que creó la Comisión Intersectorial para atender la situación humanitaria, económica, social y ambiental del departamento del Chocó.

“Este decreto ha estado prácticamente inoperante durante estos años y no ha atendido las situaciones que se han dado en el departamento. Por eso, el gobierno, a partir de ese instrumento, puede ejercer una acción mucho más eficaz en el departamento. Igualmente, la Procuraduría General de la Nación emitió la Directiva 002 del año 2021. En esa directiva, exigía a diversos sectores del gobierno que atendieran la situación en el departamento, tanto a la Presidencia de la República como a los municipios y a la Gobernación del Chocó”, explicó monseñor.

Por lo que insistió en que el diálogo social debe continuar con todos los actores para alcanzar la paz, siempre y cuando los grupos armados ilegales respeten los derechos de los civiles. “Los diálogos son muy importantes, pero los grupos armados deben tener en cuenta que, para que creamos en que realmente están buscando la paz, deben ser respetuosos del derecho internacional humanitario y de la sociedad civil”.

Por otro lado, monseñor también se refirió a las iglesias que operan en el territorio a para que sigan acompañando a la población “dando esperanza a la gente que está sufriendo tanto en ese territorio”.

“A las Iglesias de Istmina, Tadó y de Quibdó, queremos expresarles nuestra cercanía por cuanto están sufriendo y padeciendo. Las acompañamos en su servicio a la justicia y en su fuerte valentía profética. Sabemos que en miles de familias chocoanas hay heridas abiertas y angustiosas por las detenciones, los reclutamientos, secuestros, desapariciones y suicidios de algunos jóvenes”, dice el comunicado de la Comisión Pastoral Social de la Conferencia Episcopal.