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“Beyond Escobar”, el nuevo negocio de la familia del capo en Medellín

El “museo” está ubicado en la Comuna 13 de Medellín y es propiedad de Laura Escobar, sobrina de Pablo.

Museo "Beyonce Escobar" en la Comuna 13 de Medellín. Foto: Caracol Radio.

El 22 de marzo de este año y luego de tres intentos fallidos, la Sociedad de Activos Especiales (SAE) logró materializar el desalojo de la casa museo de Pablo Escobar, que fundó Roberto Escobar, en el barrio El Poblado de Medellín, para rendirle homenaje a su hermano.

Pero tres meses antes, Laura Escobar, hija del conocido como “El Osito” ya había montado su propio establecimiento comercial con el objetivo, según ella, de contar la historia desde el punto de vista de la familia y las consecuencias que el actuar de su tío trajeron para su núcleo.

En Antioquia es común cruzarse con locales o caspetes donde venden camisetas, gorras, pines y hasta imágenes de la cédula de Pablo Escobar, lo que para muchos es hacer apología al delito, para otros es contar la verdad.

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En ese sentido, CARACOL RADIO se encontró con una nueva polémica, alrededor de lo que muchos consideran que se trata de insistir en un mensaje de violencia. El nuevo negocio de la familia de Pablo Escobar, el museo “Beyond Escobar” está ubicado en la Comuna 13 de Medellín. Además de vender artículos con la imagen de Pablo, también hay expuestos elementos que pertenecieron al extinto capo, peinillas y hasta las últimas pastillas que tomó.

Más sobre el “Beyond Escobar”

El tour por el “museo” tiene un costo de $60.000 por persona y llegó a la Comuna 13 hace ocho meses, aproximadamente. El sitio es llamativo, su fachada es la réplica del ingreso a la Hacienda Nápoles, ubicada en el Magdalena Medio antioqueño. De hecho, tiene también la estructura de una avioneta, simulando a la que perteneció a Pablo Escobar.

Hay una fuerte discusión por el proyecto de ley, que desde ya encendió el debate y que aterrizó hace días en el Congreso de la República. Se trata de una iniciativa que busca prohibir la comercialización y distribución de objetos o imágenes alusivas a criminales como Pablo Escobar o Jhon Jairo Velásquez, alias ‘Popeye’. Hay quienes dependen de este tipo de comercio para subsistir. También, quienes ven coartada su libertad de expresión para opinar sobre este tema.

En el “Beyond Escobar” trabajan diez personas. Intentamos conversar personalmente con Laura Escobar sobre las afectaciones económicas que tendría su negocio en caso de aprobarse el proyecto de ley, pero a través de una llamada telefónica, nos respondió que el sitio es distinto a otros, porque no hacen apología al delito, sino que cuentan una historia familiar.

¿Cuál es el mensaje?

Buscamos las redes sociales de “Beyond Escobar” y nos encontramos que, para promocionar el sitio, un personaje con parecido físico a Pablo Escobar, que usa un peinado y un vestuario similar, recorre las calles de la Comuna 13 para atraer turistas y convidarlos al sitio. En promedio, hasta 30 personas visitan el lugar, eso sí, depende de la temporada del año.

Entramos al museo y nos encontramos con lo mismo que venden cuadras más arriba, la diferencia es que hay objetos que sólo pertenecen a la familia, como la última crema que usó Pablo Escobar.

Este es uno de los mensajes con lo que Laura Escobar promociona el sitio: “Hola amigos, soy Laura Escobar, sobrina de Pablo. Nos encontramos en este momento en la Comuna 13 de Medellín. Acá tenemos un lugar donde compartimos muchos artículos originales y llenos de historia. No hacemos apología al delito, cordialmente invitados”.

¿Qué dice la comunidad?

Hay malestar entre la comunidad, y aunque para otros es indiferente, unos consideran que un sitio como “Beyond Escobar” sigue empañando la imagen de la ciudad y del país en el exterior, insisten en que “Colombia no es Pablo Escobar”.

Los comerciantes reconocen en Escobar un personaje de la historia de la violencia en Colombia, puntualmente en Medellín, que ya hace parte del pasado, razón por la que consideran que una gorra o una camiseta no le hacen daño a nadie. Aseguran que, en promedio, de 20 turistas que diariamente llegan a su negocio, al menos 18 compran artículos de Pablo Escobar.

Es esta la realidad de un debate que apenas comienza. Eso sí, hay que decir que el proyecto exceptúa el material destinado para hacer pedagogía ciudadana o investigación. La mayoría, por no decir que todos los comerciantes de este tipo de actividades son informales en Medellín, razón por la que el proyecto podría incluir un régimen de transición, considerando que las multas contra quienes sean sancionados inicialmente sean pedagógicas.