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Los perros pueden detectar el estrés humano y cambiar su comportamiento

Un estudio de la Universidad de Bristol ha demostrado que los perros pueden percibir el estrés en los humanos mediante el olfato, afectando negativamente su comportamiento y estado emocional.

Los perros sienten las energías de los humanos / Gettyimages / Catherine Falls Commercial

Un estudio realizado por la Universidad de Bristol en el Reino Unido ha demostrado que los perros pueden detectar el estrés en los humanos a través del olfato y cambiar su comportamiento de manera negativa. Este hallazgo, publicado en la revista Scientific Reports, es el primero en evidenciar cómo el olor del estrés humano afecta tanto el aprendizaje como el estado emocional de los perros.

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¿Cómo realizaron el estudio?

En la investigación participaron 18 parejas de perros y sus dueños. Los perros fueron sometidos a una serie de pruebas con distintos olores humanos. En una de las pruebas iniciales, se entrenó a los perros para identificar si una taza de comida contenía un dulce o estaba vacío, según su ubicación. Los perros aprendieron rápidamente a acercarse con mayor velocidad a la taza con el dulce.

Luego, los investigadores introdujeron nuevos recipientes colocados entre las dos ubicaciones originales y observaron la rapidez con la que los perros llegaban a ellos. Si llegaban rápido indicaba un estado emocional positivo y optimismo sobre encontrar comida, mientras que el hacerlo lento mostraba un estado emocional negativo y pesimismo.

Impacto del olor humano

Tras el entrenamiento, los perros fueron expuestos a muestras de sudor y aliento de humanos en estado de estrés o relajación. Los resultados mostraron que el olor a relajación hacía que los perros se acercaran rápidamente a los nuevos recipientes, seguros de que iban a encontrar comida. Al contrarío, el olor a estrés provocó una respuesta más negativa, pues los perros se aproximaban más lentamente a las tazas.

Resultados de la investigación

Los investigadores indican que esta respuesta pesimista es la muestra de un estado emocional negativo, posiblemente podría llegar a ser una estrategia para conservar energía y evitar decepciones.

Además, se observó que los perritos mejoraban más rápidamente su aprendizaje sobre la presencia o ausencia de comida cuando estaban expuestos al olor del estrés.