Las razones detrás de la recusación de Álvaro Uribe al fiscal que lo llevó a juicio
Jaime Granados, abogado del expresidente Álvaro Uribe, señaló que los jueces no solo deben actuar por objetividad, sino dar confianza de que son imparciales.
Luego de que el pasado 24 de mayo, la Fiscalía General de la Nación acusara formalmente al expresidente Álvaro Uribe por los delitos de soborno, soborno en actuación penal y fraude procesal, su defensa interpuso un recurso que buscar sacar del cargo al fiscal, Gilberto Villarreal, quien decidió llamarlo a juicio.
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La defensa de Uribe argumentó que la razón detrás de esta solicitud que pretende cambiar al fiscal de caso es que no existe imparcialidad en sus decisiones. En 6AM Hoy por Hoy, Jaime Granados, abogado del exmandatario, expresó que, “según la jurisprudencia internacional y doméstica sobre el tema, los jueces y los fiscales no solamente deben actuar con objetividad, sino dar confianza a los ciudadanos de que son imparciales”.
Caso contrario a lo que ha demostrado el fiscal Villarreal, alegando su relación con dos de las víctimas de la causa. De acuerdo con el abogado Granados, la imparcialidad del fiscal está “seriamente comprometida y cuestionada” porque trabajó en el pasado con el exfiscal general Eduardo Montealegre Lynnet y con el exvicefiscal general Jorge Perdomo, cuando ambos estuvieron al frente de esa institución:
“Él no informó que él había trabajado como directivo de la Fiscalía nombrado por Montealegre, en San Gil, Satander, ni tampoco que haya sido nombrado fiscal delegado ante el tribunal que es uno de las altas dignidades en la Fiscalía con la mayor remuneración. Además de eso, en épocas en donde el fiscal general y quien lo designó para ambas posiciones, pues era Eduardo Montealegre y el vicefiscal era Jorge Perdomo Torres, que ahora se presentan, pues como va allegadas víctimas”.
Para la defensa de Uribe, estas relaciones comprometen y cuestionan la imparcialidad del fiscal Villarreal, ya que estos anteriores nombramientos, en importantes posiciones al interior de la Fiscalía denotan que era un funcionario “cercano y de plena confianza frente a los doctores Montealegre y Perdomo”.
Otro aspecto que cuestionó Granados ha sido la postura del fiscal Villarreal en las audiencias, donde ha demostrado todo menos un espíritu apacible o sosegado, si no que, por el contrario, ha actuado de forma virulenta y atacando no solamente el presidente, sino también a su equipo de defensa:
“No da esas garantías propias de una sociedad democrática y sobre eso ya hay precedentes importantísimos a nivel internacional y doméstico aquí en Colombia que muestran que es necesario presentar esa acusación”.
“La recusación no afecta el trámite del proceso”
Como ejemplo, Granados mencionó el caso de la magistrada Cristina Lombana, a quien le correspondió conocer inicialmente este caso cuando de la Corte Suprema pasó a la Sala Especial de Instrucción. Lombana fue recusada por Iván Cepeda, quien argumentó que ella había sido capitán del Ejército Nacional, cuando Álvaro Uribe era el comandante supremo de las Fuerzas Militares.
“La separaron del conducto del caso y quedó en manos del magistrado Reyes, pues bien, hay una gran diferencia entre ser un capitán en un ejército de 300 mil hombres a ser un director de 30 que tiene la Fiscalía y además un fiscal delegado del Tribunal nombrado porque se presenta ahora como víctima es decir para unos casos se aplica la imparcialidad objetiva y se puede recusar y para otros no? Entonces queda la igualdad y dónde quedan los derechos fundamentales de Álvaro Uribe Vélez.
Tal como explicó el abogado, esta recusación la debe resolver la propia Fiscalía a través de los mecanismos institucionales que tiene, pero esto no afecta el trámite del proceso y es un caso que sigue adelante sin ninguna dilación, “pero sí tiene que resolverse que el fiscal que lleva el caso no puede ser alguien que no será imparcial lo que se persigue aquí es que los fiscales actúen como ordenan la Constitución con objetividad”.