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El Sol emite la mayor erupción solar en casi dos décadas

La erupción solar es de categoría X8.7, lo que la convierte en una explosión mucho más potente que la de categoría X2.2 de la semana pasada. Sin embargo, esta vez no se prevén auroras boreales

Tormenta Solar / Getty images

El Sol produjo este martes 14 de mayo su mayor erupción en casi dos décadas, pocos días después de que severas tormentas solares azotaran la Tierra y crearan deslumbrantes auroras boreales en lugares desacostumbrados.

“¡Aún no ha terminado!”, anunció la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica en una actualización. 

Se trata de la mayor llamarada de este ciclo solar de 11 años, que se acerca a su punto álgido, según la NOAA. La buena noticia es que la Tierra debería estar fuera de la línea de fuego esta vez porque la erupción se produjo en una parte del Sol que gira lejos de la Tierra.

El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA captó el brillante destello de la llamarada de rayos X. Fue la más fuerte desde 2005, clasificada en la escala para estas erupciones como X8.7.

Bryan Brasher, del Centro de Predicción Meteorológica Espacial de la NOAA en Boulder, Colorado, dijo que podría haber sido aún más fuerte cuando los científicos recopilen datos de otras fuentes.

Efectos en la Tierra

Este fenómeno se produce tras casi una semana de erupciones y eyecciones masivas de plasma coronal que amenazaron con interrumpir el suministro eléctrico y las comunicaciones en la Tierra y en órbita. Una eyección asociada a la llamarada del martes parecía haberse dirigido lejos de nuestro planeta, aunque el análisis está en curso, señaló Brasher.

La NASA dijo que la tormenta geomagnética del fin de semana hizo que uno de sus satélites medioambientales girara inesperadamente debido a la altitud reducida por el clima espacial, y entrara en una hibernación protectora conocida como modo seguro. Y en la Estación Espacial Internacional, se aconsejó a los siete astronautas que permanecieran en zonas con un fuerte blindaje contra la radiación. La tripulación nunca estuvo en peligro, según la NASA.