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“Estamos expuestos a una muerte rápida”: Alberto Fúquen, expresidente de Sindimaestros

Denuncia que el nuevo modelo de salud tiene a su esposa en riesgo de muerte

Matilde Sánchez, docente pensionada, tiene una enfermedad huérfana, auto inmune y terminal, y no ha recibido quimioterapias ni medicamentos. Imagen | Internet

Tunja

En entrevista con Caracol Radio, el profesor Alberto Fúquen, pensionado del magisterio y quien fue presidente de Sindimaestros denuncia serias irregularidades en la prestación del servicio con el nuevo modelo de salud en Boyacá. “La verdad es que la migración del modelo antiguo al nuevo modelo de atención de los docentes es todo un caos”.

Habló del drama que vive por la salud de su esposa. “El caso particular que quiero denunciar es el de mi esposa Matilde Sánchez quien es paciente de alto costo con una enfermedad huérfana, auto inmune que poco a poco la está consumiendo”.

No tiene medicamentos, ni atención, ni quimioterapia, lamentó el profesor. “Hoy no tengo ningún tipo de atención médica, ni quien me responda por los medicamentos de alto costo que ella debe consumir a diario, ni quien me le aplique las quimioterapias que le deben hacer cada mes”.

Dijo el expresidente de Sindimaestros que las irregularidades en la atención ya cumplen más de un mes. “Realmente los medicamentos para los tratamientos de ella se le terminaron el pasado 26 de abril y el 10 de mayo debía hacerse otra sesión de quimioterapia, pero la IPS ha dicho que ellos ya no tienen contrato vigente y que por lo tanto no son responsables”.

La esposa del profesor, Alberto Fúquen, Matilde Sánchez también fue docente en Tunja y Puerto Boyacá y hoy en día también está pensionada. “Fue diagnosticada con una enfermedad huérfana, auto inmune que se llama “esclerodermia sistémica”, que es un problema de la piel que poco a poco se le va acartonando, esa enfermedad le afectó los pulmones y hoy ella depende del oxígeno, para eso se requieren medicamentos de altísimo costo aproximadamente $18′000.000 que le dura un mes, aparte de eso vienen las quimioterapias con otro medicamento supremamente delicado, pero la IPS que dice, no sabemos cuál es, hoy no tenemos un dispensario a dónde ir a reclamar los medicamentos ni quién los ordene, se quejó el profesor pensionado.

Aseguró que la vida de su esposa está en riesgo. “Mi esposa hace 7 años se encuentra en un estado difícil de salud, se le dificulta respirar, la ciudad Tunja para ella no es lo más recomendable, nos toca vivir en otro municipio, a raíz de su enfermedad tuvieron que retirarse del trabajo, buscar un clima menos dañino para sus pulmones”.

Aseguró el señor Fúquen que a ellos los atienden en Jersalud Tunja, ubicada en el Centro Comercial El Nogal, pero allá nadie responde. “Solamente suministran medicamentos del primer nivel, es decir para un dolor de cabeza, una aspirina, para la tos, cosas así, pero de alto costo y de extremo cuidado no están suministrando esos medicamentos”.

Nadie responde en los centros de atención. “El Fondo de Prestaciones del Magisterio anuncia por todas partes que los canales de comunicación están abiertos para todos los afiliados y que es muy fácil comunicarse con ellos y la verdad es que todos los correos rebotan, y en los teléfonos de contacto nadie responde, total hay una incomunicación muy fuerte y por supuesto creo que casi todos los pacientes crónicos, con diabetes, de alto costo, con enfermedades huérfanas, terminales, todos estamos expuestos a una muerte rápida porque no tenemos atención, ni tampoco un vocero que hablé por nosotros los maestros pensionados”.

Como expresidente de Sindimaestros el profesor Alberto Fúquen hace un llamado. “La intención del Gobierno de cambiar el modelo es buena, porque había que acabar con esos carruseles de la contratación de la salud de los maestros, que supera los 8 billones de pesos y el Gobierno lo que quiere es eliminar ese intermediario”.

Pero cuál es el error, “no calcularon que había casi un millón de afiliados y no hicieron ni pruebas piloto, ni un ajuste previo, además la plataforma que están utilizando está saturada y quiénes están manejándola sin inexpertos en ese sentido”.

Pide que alguien responda y señala a directivos de Fecode y Sindimaestros para que den la cara. “Tampoco hay una oficina regional en Boyacá, hay una lista que sacó en su página el FOMAG, pero en Boyacá no hay nadie que físicamente nos responda y por supuesto a quiénes dirigen hoy los destinos y las luchas de los maestros me queda muy difícil decirles qué deben hacer, pues ellos deben saber qué deben hacer, porque ellos son los que están hoy al frente de las luchas de los maestros. Una cosa distinta es que algunos de ellos no quieran enfrentar la lucha como debe hacerse, que es exigiendo responsablemente el derecho a la salud, un maestro en ejercicio sin salud no es un buen docente y los que estamos ya retirados, esperamos que el Estado responda por nuestra salud”.