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¿Las conoce? 3 zonas donde los gatos disfrutan que los acaricien y 3 que les molestan

Los gatos disfrutan de una buena caricia, aprenda como acariciarlos correctamente y las mejores partes del cuerpo para hacerlo.

Zonas donde los gatos disfrutan que los acaricien - Getty Images / Westend61

Con el paso del tiempo los gatos han ganado fama de ser independientes y poco apegados a sus dueños, sin embargo, esto no podría estar más alejado de la realidad, pues suelen ser animales muy consentidos que disfrutan de la atención y las caricias, siempre y cuando estas sean suaves y en zonas específicas, lo que los hace sentirse amados.

Si bien consentir un gato puede parecer algo sencillo, hay que tener en cuenta la manera correcta de hacerlo, las zonas que se deben evitar para no incomodarlo y de paso no terminar lastimado, e incluso las reacciones que tienen para mostrar que se encuentran a gusto, o se sienten estresado.

Le contamos tres zonas que puede consentir si quiere que su gato se sienta relajado y tranquilo y tres zonas que siempre deberá evitar.

Zonas para acariciar un gato

Si bien estas zonas pueden variar de un animal a otro, dependiendo de algunos factores como la manera en la que fueron criados, estas tres partes suelen ser las favoritas, recuerde hacerlo suavemente y esté atento a sus movimientos para saber si lo disfruta o si, por el contrario, se encuentra incómodo.

1. Detrás de las orejas

En esta zona se encuentran algunas glándulas faciales, generalmente los gatos disfrutan ser acariciados donde haya presencia de estas, así que consentirlo en la base de las orejas, en la nuca y la parte de atrás del cuello siempre les traerá una sensación de tranquilidad y es probable que comiencen a ronronear, una señal de que se encuentra feliz y disfrutando de las caricias.

2. En la barbilla y mejillas

La parte inferior de la barbilla también es un punto que puede consentir, sin embargo, siempre deberán ser movimientos muy suaves y sutiles, porque aunque les encanta, también se pueden sentir vulnerables. Siempre comience lentamente y suave y espere la reacción, si ronronea o si ronronea, si cierra sus ojos o si incluso abre su boca y deja caer un poco de baba, es que lo está disfrutando al máximo.

También puede hacer un suave masaje en la zona de la mejilla, justo detrás de los bigotes, para saber si su gato lo está disfrutando, sus bigotes se irán hacia adelante y comenzará a ronronear.

3. Base de la cola

A diferencia de las dos primeras, esta zona puede variar de unos gatos a otros, por lo que siempre deberá hacerlo de manera cuidadosa. Debe encontrar el punto exacto, justo en su espalda, en la base de la cola, nunca toque la cola o puede generar un disgusto.

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Si su gato encorvó un poco la espalda, elevando la parte trasera y levantó la cola, está disfrutando, así que puede seguir consintiéndolo y puede aplicar un poco más de presión, siempre viendo la reacción del animal.

Zonas donde no debe acariciar a un gato

Estas son algunas zonas que debería evitar consentir, si no quiere que su gato lo muerda de repente, o se incomode. Estas también pueden cambiar de un gato a otro.

1. La barriga

Si un gato le permite acariciar su barriga significa que confía plenamente y lo considera parte de su familia, pues en general los gatos no dejan que esta sea acariciada, pues es una zona muy vulnerable, pues es donde se ubican sus órganos vitales, por lo que se sienten amenazados.

Igualmente, es una zona muy sensible al tacto por la presencia de folículos pilosos, haciendo que las caricias sean sobre estimulantes, de acuerdo con National Geographic.

2. La cola

Nunca es una buena idea consentir o tocarle la cola a un gato, pues al igual que la barriga, es una parte muy sensible que cumple otras funciones y que puede generar una sobre estimulación en el animal que generalmente puede terminar en un rasguño o mordisco.

3. Las patas

Otra zona que definitivamente no se debe consentir son las patas, ni las delanteras, ni las traseras, y tampoco las pequeñas almohadillas, que en gatos y perros tienen múltiples funciones, pues en ellas se ubican receptores nerviosos, por lo que suelen ser muy sensibles al tacto.

Los gatos se sentirán vulnerables y su instinto los hará reaccionar de manera inmediata, así que evite tocar estas zonas.