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¿Por qué las canciones navideñas son tan pegadizas?

Según investigadores, la música típica de la Navidad se asocia con el efecto “gusano auditivo”, creando en nuestro cerebro melodías que no podemos parar de escuchar

¿Por qué Mariah Carey no es la "reina de la Navidad" en EE.UU.?

¿Por qué Mariah Carey no es la "reina de la Navidad" en EE.UU.? / Jeff Kravitz

Es época de oír “Jingle Bells” y “All I Want for Christmas Is You” por todas partes, incluso dentro de tu propia cabeza. Y aunque no hay estudios que cuantifiquen la frecuencia con la que las melodías navideñas se quedan grabadas en el cerebro, los datos sugieren que son potentes “gusanos auditivos” o, sencillamente, música pegadiza.

“Un gusano auditivo suele ser un breve fragmento de una pieza musical, normalmente una melodía, a menudo del estribillo, que se reproduce en la mente repetidamente, como si estuviera en bucle”, explica Elizabeth Margulis, directora del Laboratorio de Cognición Musical de la Universidad de Arkansas al periódico británico Daily Mail.

La posición de la canción

Una investigación de 2017 en la revista Psychology of Aesthetics, Creativity, and the Arts, descubrió que tanto la clasificiación de una canción en las listas de música más escuchadas del momento como el tiempo transcurrido desde que estaban en esa posición se relacionaba con las posibilidades de ser reportada como una melodía propia de “gusano auditivo”.

Los datos sobre canciones recogidos entre 2009 y 2012 dan fe de esta conclusión, según reporta Scientific American. Las canciones con más probabilidades de ser nombradas como “gusano auditivo” en el estudio eran las que se estaban repitiendo en ese momento, como “Bad Romance” de Lady Gaga, “California Gurls” de Katy Perry y “Somebody That I Used to Know” de Gotye. Todas ellas estaban en la lista de más recientes. Solo tres canciones de las nueve primeras (entre las que se encontraban “Don’t Stop Believing”, de Journey, “Bohemian Rhapsody”, de Queen, y “Can’t Get You Out of My Head”, de Kylie Minogue), no eran canciones recientes.

Luego también está el hecho que la música navideña es omnipresente en diciembre, lo que significa que la exposición de una persona a ella es elevada. “Hay que escucharla a menudo y quizá incluso oírla sin ser consciente de ello”, dice Francesca Talamini, investigadora postdoctoral en psicología de la Universidad de Innsbruck (Austria), que estudia la música y la memoria.

“Los gusanos auditivos son un fenómeno universal que afecta a muchas edades y culturas”, afirma Claire Arthur, profesora adjunta de la Escuela de Música del Instituto de Tecnología de Georgia, en Atlanta. “Pero lo que distingue a un gusano auditivo de cualquier otro recuerdo que te venga espontáneamente a la cabeza es que se repite y repite, a menudo en bucle directo”, dice en declaraciones recogidas por el medio Wired.

La música en sí

La investigación no siempre se ha puesto de acuerdo sobre si hay un tipo concreto de música que pueda cumplir con el fenómeno de gusano auditivo, pero parece que las características de las melodías “cantables” confieren a las canciones cierta “pegajosidad”.

Según reporta Scientific American, las canciones que más cumplen con el prototipo de “gusano auditivo” se caracterizan por notas más largas y distancias más cortas entre los tonos. Esto significa que eran bastante fáciles de cantar por gente no profesional, como en un karaoke, sugiere la revista.

Otro estudio más amplio sobre gusanos auditivos hecho en 2017 también descubrió que este tipo de canciones eran más propensas a tener características comunes a la melodía pop típica de muchas canciones.

La música navideña, a menudo escrita para ser cantada por servicios religiosos o en forma de villancicos, se diseña para que sea sencilla y cantable, dice Talamini. “Las estructuras sencillas son más fáciles de percibir para nuestro cerebro y, por tanto, más fáciles de memorizar”, afirma.

Música con significado cultural

La capacidad humana para apreciar la música puede ser única, dice Shihab Shamma, profesor de ingeniería eléctrica e informática de la Universidad de Maryland. Además de este aprecio fundamental por la música, los humanos se aclimatan a tipos específicos de tonos y melodías. “Cuando creces en una cultura determinada, desarrollas un modelo de música que tienes en la cabeza y ciertas expectativas sobre lo que es la música”, afirma Shamma.

La música navideña, indican desde Scientific American, tiene un gran significado cultural, ligada a emociones y recuerdos de temporadas invernales pasadas. Pero además, se asocia con momentos familiares y actividades culturales, algo que gusta incluso más cuando la melodía es nueva. “Cuando más se disfruta es cuando se está en medio de ambas cosas”, sostiene Shamma.

Según la Conferencia Internacional sobre Percepción Musical y Cognición, el 91% de las personas afirma tener gusanos auditivos al menos una vez a la semana, y alrededor de una cuarta parte más de una vez al día.

Así que esta Navidad, el “gusano auditivo” podría explicar porqué hay un apetito por escuchar una nueva versión de “Let It Snow!” o porqué hay los que siempre cantan “Last Christmas” en un karaoke.

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