Aumentó el número de familias Emberá que han migrado a Santander
Autoridades adelantan una mesa de trabajo para definir el territorio donde serían radicados del todo.
Yuleidis Curvelo, integrante de la mesa de participación de víctimas con efoque diferencial étnico
Bucaramanga
Indígenas de la etnia Emberá Dobidá se radicado en Piedecuesta desde hace un par de años, y al momento el número de familias de esta comunidad aumentó en la región por el conflicto armado en el territorio que habitaban; el cual ha tomado mayor fuerza.
Ya son más de 60 familias que han migrado al departamento desde la serranía del Darién en Chocó, manifesto Javier Peña director de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas en Santander.
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“Se están recibiendo víctimas del sur del Cesar, Bolívar, Catatumbo e incluso Buenaventura. Se está recibiendo población indígena Emberá que ha venido desde el Chocó a refugirse en territorio santandereano. Han tenido el apoyo en Piedecuesta de la personería, alcaldía, unidad de víctimas, defensoría del pueblo y el hospital ha estado atento a las necesidades del pueblo indígena”, expresó el funcionario.
Yuleidis Curvelo, integrante de la mesa de participación de víctimas con efoque diferencial étnico, representa a esta comunidad y aseguró que se viene adelantando una mesa de trabajo para conseguirles un resguardo en el departamento.
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“Inicialmente llegaron 15 personas y al momento tenemos 67 familias de esta etnia. Estamos en un proceso de reubicación con todas las entidades y tenemos una mesa de trabajo para hacer efectivos los derechos fundamentales de esta comunidad”, señaló Curvelo.
Las familias Emberá han pedido que las dejen en Piedecuesta, mientras autoridades estudian la viabilidad de radicarlos en el barrio El Edén en la vereda Guatiguará en Piedecuesta.
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En todo el país solo hay dos refugios para las personas desplazadas del conflicto, en Bogotá y Piedecuesta. El ejército decidió reubicar a las víctimas Emberá en Santander, sin embargo por el aumento de familias en el departamento ya se les ofreció vivir en apartamentos e incluso trabajar.
“Ellos están viviendo en arriendo y actualmente los hombres trabajan en unas constructoras. Están viviendo de 3 a 5 familias por apartamento”.
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Es la primera vez que esta comunidad indígena se radica en Santander, pues “hay tres grupos armados de guerrilleros, ELN y Farc peleándose el territorio donde vivían”.
Al momento ya se hizo una mesa de trabajo en Piedecuesta con la Unidad para las Víctimas, donde salió positivo la reubicación para esta comunidad. Queda socializar el tema con entes territoriales y mirar cómo otorgar el territorio teniendo en cuentas sus costumbres.