Fútbol y chocolate: la receta de cada domingo en la vida de Américo Montanini
El argentino que debutó en el Atlético Bucaramanga y terminó flechado por el equipo.
Bucaramanga
El futbolista argentino llegó a Bucaramanga a los 23 años y murió a los 90 años en la ciudad que lo recibió y lo adoptó en el equipo leopardo.
Américo José Montanini fue contratado por el Atlético Bucaramanga en 1956 donde jugó por más de diez años, y desde ese entonces decidió radicarse en la ciudad.
Américo Montanini será llevado al estadio Alfonso López
Razón por la que varios santandereanos llegaron a darle el último adiós en la funeraria San Pedro en Sotomayor. Como Armando “Piquirri” Salazar, quien fue entrenado por La Bordadora en 1973 y en los últimos años compartieron largas tardes de billar en el centro de Bucaramanga.
Armando “Piquirri” Salazar
“Era un padre para nosotros en el fútbol. Todos los días nos veíamos en el centro. Ahora uno pasa, va a los billares y no ve a Américo. Muchísimas veces compartimos un tinto, una aromática, pero era por diversión”, expresó Salazar.
Se acabó el año y ¿qué viene para el sector cultural en Bucaramanga?
Amigos cercanos al futbolista estuvieron por horas contando historias mientras veían las fotografías que armaban el hilo de vida de Américo. Collage videográfico que estaba al lado del féretro del argentino y repitieron una y otra vez como Orlando Celis, amigo de tardes de partidos en el estadio Alfonso López,
“Ese señor se emocionaba sin importar la edad, más santandereano que nosotros”.
Orlando Celis y Paola Uribe, amigos de Américo Montanini
Paola Uribe amiga de la familia, lo recordó por ser una persona que se mantenía vital. “Siempre tenía una sonrisa y era una persona muy servicial”.
El relato emocionado de Claudia, una de las hijas de Montanini sobre su padre
Su hija Marta Montanini, quien vivía con él y fue su compañera de partidos por más de 30 años, aseguró que los domingos era día de fútbol por ley en la casa y debían tenerle instalados todos los canales deportivos existentes; además de inscripciones en páginas web de solo deportes.
Marta Montanini, hija del futbolista argentino
“Nosotros nos reíamos porque decíamos que había llegado al patio de su casa. El estadio era su casa. Me acuerdo un día que a la misma hora que jugaba Argentina, también jugaba el Atlético y mi papá dijo “me voy para el estadio”. Se fue y prefirió irse al estadio a ver al Bucaramanga que quedarse viendo el partido de Argentina. Siempre de costumbre había que tenerle sus chocolatinas, chocoramo, todo lo que fuera chocolate y ahí él se ponía a ver su partido feliz comiendo chocolatinas”, narró su hija.
“Si usted fuera mi papá o alguien importante, yo podría ayudarlo”, agente de Avianca
En los pasillos de la funeraria su familia, amigos, seguidores y allegados recordaron uno a uno cada detalle que caracterizaba al futbolista. Quien llevó siempre en su corazón al River Plate, la selección Argentina y por supuesto el Atlético Bucaramanga. Camisetas que incluso cubrieron el féretro y le dieron color al altar que le hicieron en la funeraria.