Oleada de indignación en el mundo por cuenta del ataque a un hospital al norte de Gaza

En la noche del martes 17 de octubre, un proyectil impactó sobre el hospital árabe Al-Ahli, de la ciudad de Gaza, ocasionando la muerte de centenares de personas en el que es considerado el ataque más mortífero desde que se presentó la escalda de violencia entre el grupo islamista Hamás y el Gobierno israelí.

Las fuerzas israelís y las milicias palestinas se han culpado mutuamente de este ataque sobre el centro médico, en el que se encontraban más de 1.000 refugiados, pacientes y personal médico, y el cual ha sido condenado por la ONU, la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la comunidad internacional.

“Estoy horrorizado por la muerte de cientos de civiles palestinos en un ataque a un hospital de Gaza hoy, que condeno enérgicamente. Mi corazón está con las familias de las víctimas. Los hospitales y el personal médico están protegidos por el derecho internacional humanitario”, aseguró el secretario de seguridad de la ONU, Antonio Guterres, desde su cuenta de Twitter.

Indignación en el mundo árabe

Esta matanza generó una oleada de indignación en países como Marruecos, Turquía, Jordania y Líbano, donde miles de ciudadanos salieron a las calles a protestar por el inconcebible ataque y por la escalda de violencia que deja cerca de 5,000 muertos en menos de 12 días de ofensivas y contraofensivas.

Varias de las manifestaciones, que se llevaban a cabo en inmediaciones a las embajadas de Israel y de Estados Unidos, terminaron en disturbios, como en el caso de Beirut, Teherán y Ramala, donde se presentaron enfrentamientos con la fuerza pública y donde se condenó entre arengas la respuesta de Israel al ataque de las milicias palestinas que dejó más de 1.400 muertos.

“Pedimos un inmediato y completo boicot a Israel por parte de los países islámicos, que incluya el embargo de petróleo y la expulsión de los embajadores israelíes”, aseguró el ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amir Abdolahian.

Protestas en el resto del mundo

Sin embargo, la condena a este ataque no se registró exclusivamente en países árabes, puesto que en ciudades como Berlín, Montreal, Madrid e incluso en Bogotá se presentaron concentraciones de ciudadanos que exigían que cesara, lo que calificaron como, un “genocidio” sobre los palestinos que viven en Gaza.

Según el ministerio de Salud gazatí, enclave gobernado por el movimiento islamista Hamás desde 2008, más de 3.000 personas habían fallecido por cuenta de los permanentes bombardeos sobre la Franja que se presentan desde el pasado 7 de octubre, cuando las milicias realizaron el sorpresivo ataque sobre Israel.