Ricardo Silva Romero rescata la memoria de un hijo y el valor de un padre en El Libro del duelo

Raúl Carvajal cargó con el cuerpo de su hijo y su recuerdo a lo largo de los más de 500 kilómetros que separan a Montería con la plaza de Bolívar en Bogotá. Durante 15 años se dedicó a honrar la memoria de un joven, que, como tantos, habían muerto en circunstancias que permanecen sin esclarecer en medio de un conflicto absurdo.

Don Raúl, como era conocido este hombre de 73 años, que se instaló en carrera 7ª con Jiménez, falleció en el 2021 sin que nadie asumiera el crimen de su hijo, el Mono, el cual estaría relacionado con los falsos positivos en Norte de Santander. No obstante, se fue con la verdad en los labios.

El hombre de bigote, gafas empañadas y sombrero de cuadros que le reclamó a Álvaro Uribe en las escaleras del Capitolio Nacional; habló con comandantes de la desmovilizada guerrilla de las FARC en el Catatumbo; y cuestionó a altos mandos del Ejército Nacional, siempre supo la verdad.

Su historia no se perderá en el olvido de un país de historias, olvidos y muertos, su historia siempre será contada por el reconocido escritor colombiano, Ricardo Silva, quien honra su memoria a la de su hijo en su más reciente obra El libro del duelo (Penguin Random House).

“Mantuvo siempre esa irreverencia y esa lucha y esa fuerza. Pero, en medio de una guerra tan larga, su caso se fue volviendo un caso más a pesar de sus intentos. Sin embargo, me parece que su figura y su empeño de contar lo que había pasado sigue en pie”, aseguró Silva Romero en 10AM HOY por HOY de Caracol Radio.

El relato emerge de uno de los crímenes más viles cometidos en la guerra, los asesinatos y desapariciones de civiles presentados como bajas en combate por parte de agentes del Estado, y de un joven cabo que se negaba hacer parte de una práctica deleznable.

Silva explica que la obra, la ficción, cumple un papel fundamental para hacer comprensibles los hechos al lector; sin embargo, la anécdota que se narra a lo largo de 232 es la reconstrucción de la historia de un padre que enfrenta un bestiario para encontrar la verdad.

“Hice un esfuerzo para que esto no fuera un libro de denuncia, sino una novela. Hice lo posible para no poner en la escritura los sentimientos por un político o por el otro”, concluyó Silva Romero.