Así “rinden” y mezclan las drogas en Colombia: usan hasta medicamentos veterinarios
Según una investigación de la Universidad Nacional, en el país están circulando 47 nuevas sustancias psicoactivas. Cerca de 32 se ‘rinden’ con medicamentos controlados e incluso veterinarios
Un estudio realizado por la Universidad Nacional advierte que en Colombia están circulando al menos 47 sustancias psicoactivas nuevas, de las cuales no se tiene certeza de cómo es su proceso de fabricación. Al menos 32 de estas drogas, de acuerdo con la investigación, se rinden con medicamentos como el acetaminofén, ibuprofeno, tramadol e incluso ketamina (fármaco veterinario), además de algunos medicamentos usados para trastornos mentales.
Para el estudio, se analizaron a fondo componentes de drogas incautadas en Bogotá, Medellin y Cartagena, que le facilitó la Fiscalía General y la Policía la universidad. En las 146 muestras tomadas se encontraron 3 grandes grupos de drogas: ketamina, metanfetamina y éxtasis, que en muchas ocasiones estaban mezcladas para potenciar el efecto.
El estudio determinó que “dentro de las cerca de 32 sustancias –que incluyen los medicamentos de uso común mencionados– también hay algunas muy similares a la ketamina, que les sirven a los fabricantes para engañar a las autoridades, ya que no son compuestos fiscalizables o imputables, y después de que “pasan” los usan para rendir la ketamina y hacer drogas como el tusi (o cocaína rosa)”.
El problema no es menor si se tiene en cuenta que el mercado de las drogas sintéticas está creciendo muy rápido en Colombia y que según la UNODC, en el año 2022, Colombia registró niveles históricos de producción de cocaína, con más de 204.000 hectáreas y cerca de 1.400 toneladas al año.
Así están haciendo la cocaína rosa o tusi:
En su investigación, la universidad señala que según la corporación Acción Técnica Social, que trabaja por mejorar las políticas de drogas en Colombia, el tusi que circula en el país solo tiene un 20 % de 2-CB, compuesto químico que le da nombre, y las demás son sustancias ajenas.
“La colorimetría es un método que les sirve a las autoridades para detectar cocaína y otras drogas naturales, y que seguramente muchos han visto en programas como Alerta Aeropuerto, pero que no identifica las nuevas drogas sintéticas, debido, entre otras cosas, a que en la producción se usan muchos compuestos químicos similares”, explica el investigador, quien agrega que es importante la primera caracterización que se le haga a las drogas y sus componentes.
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“Para ello se utilizó la técnica de cromatografía líquida y de gases acoplada a espectrometría de masas de alta resolución, que es una de las más empleadas en estos análisis. Estos aparatos facilitan ver la ‘huella dactilar’ de las sustancias con las que se producen las drogas sintéticas, para luego hacer una correlación en programas estadísticos como Rstudio, en el que, según lo que se encuentre, se hacen escalas que muestran el orden y la cantidad de cada sustancia”, asegura la UNAL.
Una de las posibles explicaciones del uso desmedido y falto de regulación que ha tenido la ketamina, el principal compuesto para fabricar el tusi, serían las rutas de distribución desde países asiáticos, en donde el producto se hace y comercializa de manera fácil y económica.
“Los consumidores de estas drogas no tienen en cuenta que aunque una dosis puede resultar inofensiva, realmente no saben a qué se exponen, pues son un coctel de sustancias desconocidas; es como cuando la gente se automedica, pero a un nivel mucho mayor y más riesgoso”, explicó la investigación.